En 2004 nacía la legendaria Triumph Rocket III, un modelo con grandes dosis de actitud y personalidad. Con una posición de conducción deportiva, se convirtió en la motocicleta de producción en serie de mayor cilindrada del mercado. Ahora, 15 años después y, tras la brutal edición especial Triumph Rocket 3 TFC 2019, llegan las variantes R y GT de producción.
Curiosamente, los modelos de producción no renuncian a las impresionantes especificaciones ni a gran parte del equipamiento que la edición limitada (cuyas 750 unidades se agotaron en apenas dos meses). Puede que no luzcan un chasis de fibra de carbono ni esté presente el ensordecedor sistema de escape Arrow, pero hablamos prácticamente de la misma motocicleta, especialmente a nivel mecánico.
El potente motor tricilíndrico de 2.500 cc es el motor producción en serie de mayor cilindrada del mundo, un bloque capaz de desarrollar 167 CV de potencia (un 11% más que la anterior generación) a 6.000 rpm y 221 Nm de par a 4.000 rpm. El resultado es una moto con unas prestaciones más notables y marcadas y una respuesta inmediata.
Ofrece cuatro modos de conducción -Road, Rain, Sport y Rider- que ajustan el mapa de inyección y el control de tracción.
Los adelantamientos rápidos se realizan con un simple golpe de gas y el rango de emociones que busque el piloto sólo depende del ángulo de giro de su muñeca derecha (los puños pueden ser calefactables). Además, gracias a su porte, posición de conducción y a su chasis, permite atacar con mayor facilidad las curvas, incorporando también numerosas mejoras a nivel técnico.
Entre ellas podemos encontrar las suspensiones Showa regulables, las pinzas de freno monobloque Brembo Stylema, una pinza de freno radial Brembo y manetas de freno y embrague ajustables Brembo MCS. Por otra parte, se ha reducido el peso en un 15% en comparación con su predecesora, con un ahorro sobre la báscula que supera los 40 kilogramos gracias al empleo del aluminio y la fibra de carbono.
Su nuevo y singular sistema de escape hidroformado genera un gutural ronroneo tricilíndrico.
Se trata de una máquina de altas prestaciones con un panel de instrumentos sencillo e intuitivo compuesto por un panel de instrumentos TFT a todo color, que incluye indicador del nivel de gasolina, marcha engranada y reloj, entre otras funciones; así como sistema ABS de serie, control de estabilidad y el inconfundible doble faro delantero de LED.
A nivel estético destacan los asientos anatómicos para el piloto y el pasajero rematados en aluminio, las salvajes llantas de aluminio fundido de 20 radios con un neumático trasero de 240 mm, las estriberas del pasajero plegables, el basculante monobrazo o el innovador y sinuoso trazado de los tres colectores del sistema de escape lateral.
Llama especialmente la atención el asiento de cuero intercambiable, que permite una configuración biplaza o monoplaza. Otros elementos de equipamiento son el Triumph Shift Assist, la función ‘Hill Hold’, el control electrónico de velocidad, el sistema de arranque sin llave, el sistema de monitorización de la presión de los neumáticos -TPMS-, un puerto USB y el módulo de conectividad Bluetooth.