Tres años después de que conociésemos el prototipo T-Cross Breeze Concept, Volkswagen presenta oficialmente el resultado de aquél llamativo concept: el Volkswagen T-Roc Cabrio, que se alza como el primer descapotable crossover compacto que combina la apariencia y las ventajas de los SUV clásicos con la experiencia de conducción única que ofrece un descapotable.
Será necesaria una inversión de nada menos que 80 millones de euros para la producción del modelo en la planta de Osnabrück, pero el fabricante considera que los SUV son el futuro y un T-Roc cabrio tiene cabida en su ofensiva de productos, además de que permitirá a la factoría continuar con su exitosa historia vinculada a los descapotables y salvaguardar el empleo en esta instalación productiva.
Pensemos que, al fin y al cabo, los SUV actualmente están suponiendo una contribución clave para el crecimiento de la marca principal del Grupo. Según las previsiones de la compañía, en 2020 aproximadamente el 40 por ciento de los vehículos vendidos por Volkswagen serán SUV, por lo que veremos un total de 20 vehículos de este segmento en todo el mundo para el próximo año.
Respecto al T-Roc Cabrio, se presentará oficialmente en el Salón Internacional del Automóvil (IAA) de Frankfurt del 12 al 22 de septiembre de 2019, aunque el lanzamiento al mercado no tendrá lugar hasta la primavera de 2020. Su principal rasgo diferenciador, como estarás imaginando, es la capota de tela de alta calidad que se abre en solo 9 segundos a velocidades de hasta 30 km/h.
En términos de diseño es muy similar al ya conocido T-Roc, aumentando el tamaño de las puertas y la batalla para ofrecer un habitáculo amplio. En medidas, hablamos de 4.268 mm de largo, 1.811 mm de ancho (sin retrovisores) y 1.522 mm de alto. La batalla se extiende hasta los 2.630 mm, al tiempo que conductor y acompañante van sentados a 599 mm del suelo (616 mm detrás).
Como ya ocurriera en el Range Rover Evoque Cabrio, el hueco para la capota es independiente del maletero, pero este pierde el amplio portón para dar paso a una pequeña boca de carga. Eso sí, la capacidad de maletero es más que aceptable, con unos razonables 284 litros.
Para la protección antivuelco, Volkswagen ha optado por un sistema de barras reversible y extensible que queda situada detrás de los asientos traseros. El sistema utilizado en el T-Roc Cabrio se eleva en tan solo décimas de segundo al sobrepasar cierta aceleración transversal o al producirse una inclinación del vehículo en la zona de los apoyacabezas traseros.
Se ofrecerán dos niveles de acabado con las mismas posibilidades de personalización del resto de la gama T-Roc: las líneas Style y R-Line. En ellas encontramos de serie llantas de 17 pulgadas (19″ opcionales), sistema de infotainment «Composition», USB, Bluetooth, iluminación ambiental, frenada de emergencia en ciudad, sistema de detección de peatones, freno anti colisiones múltiples, Lane Assist…
Por último y, bajo el capó, encontraremos inicialmente dos eficientes motores turbo de gasolina disponibles, con potencias de 85 kW / 115 CV (par de 200 Nm) y 110 kW / 150 CV (par de 250 Nm). Van asociados al cambio manual de seis velocidades, pero la caja DSG de siete relaciones se ofrece para el más potente. Son siempre tracción delantera.