Mercedes-AMG marcó un hito cuando lanzó el primer ML55 en 1999. La combinación de un motor de alto rendimiento con los “peros” de un SUV abrieron heridas, pero en este segmento del mercado, todo lo que lanzan, prospera. Tras el debut de los facelift de los Mercedes-Benz GLC y GLC Coupé 2019, ahora es el turno de las versiones más prestacionales de los mismos, que han visto la luz en el Salón del NY.
Con los nuevos GLC 63 SUV, GLC 63 Coupé,GLC 63 S SUV y GLC 63 S Coupé, Mercedes-AMG ocupa una vez más una posición excepcional en el mercado. Todos ellos esconden en sus entrañas al artesanal motor AMG de 4.0 litros V8 biturbo que produce 476 CV (350 kW) en la variante normal y 510 CV (375 kW) en la variante S. Los modelos también ofrecen 650 Nm y 700 Nm de par, respectivamente.
Todos los modelos están asociados a un cambios de marchas AMG SPEEDSHIFT MCT de 9 velocidades y a un sistema de tracción AMG Performance 4MATIC+ con un embrague controlado electromecánicamente y un diferencial trasero de deslizamiento limitado que puede cambiar rápidamente la distribución de par.
El conductor puede cambiar las características y el comportamiento de las dirección, la entrega de potencia y la transmisión gracias al sistema AMG DYNAMIC SELECT y a sus modos “Comfort”, “Sport”, “Sport +” e “Individual”. A estos modos se le suma el modo Race, un nuevo Modo Drift y el sistema AMG Dynamics con configuración Básica, Avanzada, Pro y Master (solo S).
Entre las novedades estéticas nos encontramos con un nuevo kit de carrocería con paragolpes y parrillas específicas, escapes trapezoidales de mayor tamaño y, como no, un nuevo juego de llantas de 19 pulgadas (opcionales hasta 21 pulgadas). En el interior encontramos un nuevo volante AMG, instrumentación digital, asientos deportivos, pedales de aluminio, el nuevo sistema de infoentretenimiento MBUX y opciones de tapicería actualizadas.