No es la primera vez que la Dirección General de Tráfico (DGT) mete la pata, pero tampoco será la última. Tras conocerse que Tráfico no estaba aplicando los márgenes de error obligatorios en muchos de sus dispositivos de radar y de admitir la pasada semana que miles de conductores llevan una etiqueta medioambiental érronea, hoy la DGT ha tenido que admitir un nuevo fallo.
Al parecer, el cinemómetro instalado a la salida del túnel Ángel Uriel -más conocido como Túnel de la Bolgachina– que se ubica en la autovía A-66 (Gijón-Sevilla), en el punto kilométrico 30.253, está mal ubicado. El dispositivo de medición de la velocidad se encuentra inmediatamente después de la señal de fin de prohibición de la limitación de velocidad.
Esto ha llevado a la DGT a tener que anular de oficio 15.844 expedientes sancionadores por exceso de velocidad, con la correspondiente devolución del dinero abonado por los conductores para pagar la multa y de los puntos perdidos. Igualmente, las multas que actualmente se encuentran en tramitación serán archivadas a causa del error.
Tráfico comunicará el error a los afectadas mediante carta certificada, añadiendo un impreso para solicitar la devolución del importe pagado a aquellos que ya hubiesen abonado la sanción. Tanto el dispositivo como la señal que indica la presencia del radar ya han sido retirados y se ha procedido a su instalación en otra ubicación.