Concebido como una berlina de tamaño compacto que se sitúa un escalón por debajo del Tesla Model S, la última creación del fabricante estadounidense llegó al mercado a finales de 2017 con un precio inicial de 35.000 dólares -unos 30.750 euros al cambio- y 346 kilómetros de autonomía. Sin embargo, su llegada no ha estado exenta de polémica, pues a principios del pasado mes de agosto conocíamos la noticia de que nada menos que 63.000 usuarios habían cancelado la reserva de su Tesla Model 3.
Su lanzamiento llegó acompañado de grandes perspectivas de ventas y producción. Elon Musk hablaba de producir 5.000 coches semanales hasta finales de 2017, aunque el problema de soldadura del chasis del modelo y unas pérdidas de más de 675 millones de dólares en los primeros meses de 2018 han hecho que apenas un puñado de unidades vean la luz, y todas ellas de la versión más cara. Lo cierto es que es una pena, porque este modelo representa un gran paso adelante para la estrategia de la marca, quien busca electrificar la movilidad.
Respecto a su diseño, el Tesla Model 3 ha sido desarrollado partiendo desde cero -apenas comparte elementos con sus hermanos mayores de gama-, con un chasis fabricado en aluminio y acero que aspira a convertir a la berlina en uno de los vehículos más seguros de su categoría, todo ello acompañado de un diseño en el que predominan las líneas dinámicas y fluidas al más puro estilo sedán coupé.
Es principalmente el frontal el que capta toda nuestra atención, con unas ópticas y un paragolpes de nuevo diseño que suponen un guiño a Porsche; mientras que en la zaga el protagonista es un sólo panel de cristal que compone el techo de las plazas traseras y se extiende hasta la tapa del maletero. En el interior reina el minimalismo y, en esta ocasión, el fabricante ha optado por un diseño horizontal para la tableta del salpicadero (15 pulgadas), no encontrándonos ni un sólo botón a bordo. Me ha gustado especialmente que no se recurra a componentes ya vistos en Mercedes-Benz.
A pesar de ello, el Tesla Model 3 decepciona en lo que a calidades se refiere. Llegados a este punto, quiero dejar claro que no sólo lo digo yo, podéis verlo por vosotros mismos en los tuits de Brian Gluckman, cliente del Model 3 y experto en el sector de los controles de calidad en la automoción durante 15 años. Es algo que se nota al abrir y cerrar las puertas o el portón del maletero, con un sonido y una impresión más propias de un urbano que de una berlina premium. Y lo mismo ocurre con los ajustes, pues no es difícil mover elementos del interior sin excesiva fuerza.
Lo que no admite queja posible es la pantalla, la cual resulta tan rápida y fluida como en los Tesla Model S y Model X. Esta goza además de muy buenos gráficos, aunque estamos ante el problema de siempre, la distracción que supone aglutinar todos los controles del vehículo en una pantalla.
Respecto al tacto de los materiales o la impresión que transmiten, no podría decir que son malos como tal, pero sí propios de un coche cuyo precio es inferior incluso a los 35.000 dólares que pide Tesla por el Model 3, otra cosa ya es que lo justifiquemos con la tecnología eléctrica o la infraestructura que ha montado la marca. En cuanto al espacio a bordo, este resulta algo angosto en las plazas traseras, aunque goza de un maletero de lo más generoso, como podréis ver en la galería de imágenes.
Just saw my first Tesla Model 3 up close and in-person. Having spent 15 years off and on in the automotive quality space, this is…not good. pic.twitter.com/DKWJ0JXvNG
— Brian Gluckman (@bgluckman) 19 de febrero de 2018
El Model 3 se ofrece en dos versiones. La primera, de acceso al modelo, cuenta con una potencia de 50 kWh y parte de los 35.000 dólares -29.800 euros al cambio actual-. La segunda, de 75 kWh de potencia, parte de los 44.000 dólares -37.500 euros al cambio actual-. Hay que destacar que ningún descuento o ayuda han sido descontados de las cifras que os hemos comentado, por lo que el precio puede ser realmente suculento. Estos precios son para el mercado estadounidense.
La versión “Short Range” (la de acceso) recupera 209 km de autonomía tras 30 minutos en el supercargador, mientras que la “Long range” recupera 273 km. Estas cifras traducidas a un cargador doméstico suponen una carga de unos 48 kilómetros por cada hora de conexión a una toma de 240V (32A) para la versión “Short” y 59 kilómetros para la “Long”. Entre las principales novedades que acompañan a la berlina eléctrica encontramos un amplio elenco tecnológico que indudablemente está a la altura de los Tesla Model X y Tesla Model S, aunque su precio sea muy inferior al de estos.
Finalmente y, aunque no nos han detallado en exceso el equipamiento, todas las versiones vienen equipadas con una pantalla central de 15 pulgadas, clima bi-zona, asientos de tela, ocho cámaras, radar delantero, 12 sensores de ultrasonido y mucho más. Los que quieran que su Model 3 conduzca solo deberán gastarse 4.200 euros por el software del Auto Pilot y unos 2.556 euros en las actualizaciones del mismo, mientras que los clientes que busquen un Model 3 más lujoso deberán desembolsar otros 4.200 euros en el paquete Premium.