No es ni la primera, ni la segunda, ni probablemente, la última vez que veamos una preparación de Brabus sobre la base del brutal Mercedes-Benz G500, una de esas bestias todoterreno con las que no paramos de soñar. Como no podía ser de otra manera, este modelo estará presente en el inminente Salón de Ginebra como una de las primicias del preparador, junto con alguna que otra ‘joyita’ de esas con las que el especialista acostumbra a dejarnos con la boca abierta.
Entre las principales novedades que el equipo de Brabus ha introducido en su última creación están un aumento de potencia y par motor, así como numerosas mejoras exteriores e interiores para dotarle de esa característica imagen oscura e imponente de todos sus modelos. Puede que Mercedes haya sustituido el mítico bloque V8 de 5.5 litros por un V8 de 4.0 litros más potente y pequeño, pero hoy, la última palabra la tiene Brabus.
Estéticamente, el Clase G500 del preparador luce un kit de carrocería obra de Widestar -todo un clásico en las últimas creaciones del especialista-compuesto por nuevos paragolpes frontal y trasero, protecciones antiempotramiento, un panel adicional bajo la rejilla del radiador con el logotipo de Brabus integrado, nueva parrilla frontal y estribos laterales bajo los que se esconden las salidas de escape.
Tecnológicamente también gana enteros gracias a nuevos faros antiniebla con tecnología LED rodeados por detalles cromados, faros de xenón firmados por el preparador y luces diurnas con función de luz de giro integrada.
Pero sin duda el plato fuerte está bajo el capó. Es aquí donde encontramos la mejora más hardcore, con un aumento de potencia que extrae 71 caballos y 100 Nm de par motor extra a la mecánica gracias a la incorporación del módulo BRABUS B40 – 500 PowerXtra de gestión electrónica del motor. Con ello, Brabus ha conseguido que su Clase G500 presuma de nada menos que 500 CV a 5.600 vueltas y 710 Nm de par entre las 2.250 y 4.250 revoluciones, potencia que es enviada a ambos ejes a través de una transmisión automática de siete velocidades.
Aunque parezca lo contrario dadas las características mastodónticas del vehículo y sus 2,5 toneladas de peso, sus cifras mejoran notablemente, con un 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y una velocidad máxima de 220 km/h limitada electrónicamente para conservar la integridad de los neumáticos mixtos.
Como es habitual en el preparador, tampoco podía faltar el escape deportivo de acero inoxidable, el cual integra unas válvulas de mariposa para regular el sonido que emana de él desde un botón situado en el volante. Ya sabéis que cuando Brabus se pone, se pone.