El Bentley Mulsanne se va, pero la marca británica ha querido despedirse por todo lo alto con esta edición limitada 6.75 que, como ya te habrás imaginado, rinde homenaje al bloque V8 de esa cilindrada que equipa el modelo. Con el adiós del Mulsanne, el Continental Flying Spur asumirá el papel de sedán insignia del fabricante de automóviles.
Solo verán la luz 30 ejemplares del Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner y todas ellas lucirán algunos detalles distintivos como los detalles en negro brillante en el exterior, las ópticas envueltas en cromo brillante, la rejilla Mulliner Serenity, el logotipo de Flying B en el capó y unas colas de escape de aspecto oscurecido.
La edición especial 6.75 del Mulsanne queda rematada por las llantas con diseño de cinco radios en tamaño de 21 pulgadas, un colector de admisión acabado en negro y una placa identificativa con el número ubicada en el motor y firmada por el CEO de la firma británica, Adrian Hallmark. Bajo el capó encontramos el corazón del Mulsanne Speed, con 530 CV (394 kW) y 1.100 Nm.
Pone la guinda del pastel un interior que se puede elegir en hasta cuatro tonalidades: Imperial Blue, Beluga, Fireglow y Newmarket Tan. Los detalles plateados ponen el toque de contraste en el salpicadero y la consola central, al tiempo que un par de lámparas LED proyectan en el suelo las palabras ‘Edición 6.75’ para darnos la bienvenida al abrir las puertas.
La producción del Bentley Mulsanne finalizará esta primavera y todos los empleados que trabajan en el automóvil serán reasignados a otras áreas de negocios. COn él no solo nos despediremos de un modelo icónico, sino también del motor V8 de más larga duración en producción continua. En 2023, la gama Bentley se enriquecerá con un tren motriz híbrido.