El modelo fue creado en una época en la que en Italia todavía no había límites de velocidad y se podía rodar 289 km/h en algunas «autostradas».
Siempre que se habla de supercoches italianos de los 60, la gente recuerda al Lamborghini Miura, el De Tomaso Mangusta o por supuesto, el Ferrari Dino. Sin embargo, Alfa Romeo estaba un paso por delante.
En 1967 todo el mundo fijó la mirada en el 33 Stradale. En la década de 1960, aunque el Giulietta SZ y el Giulia GTV dominaban las carreras, Alfa carecía de un superdeportivo para homologarse para eventos más grandes.
El departamento de carreras de Alfa Autodelta inició el proyecto Tipo 33 con el objetivo de volver a entrar en las carreras de resistencia. Esto resultó en una serie de coches de carreras Tipo 33 y también en la versión calle, el Tipo 33 Stradale.
Diseñado por Franco Scaglione, muchos estilistas de coches consideran al Stradale 33 como uno de los diseños más bellos de todos los tiempos. Al igual que sus contemporáneos, el Stradale contaba con un frontal en forma de cuña y una trasera futurista que combinaba con unas fabulosas puertas (apertura mariposa) que se articulaban hacia arriba y hacia fuera simultáneamente -esta característica fue copiada por el McLaren F1 muchos años más tarde-.
Lo que hacía al coche único era su chasis tubular derivado de la competición. El mismo contaba con tres tubos de gran diámetro atornillados en forma de «H». El tubo montado transversalmente se colocó entre la carlinga y el compartimiento del motor. En la parte trasera, las secciones longitudinales estaban inclinadas hacia dentro para cimentar el motor y la caja de cambios. En ambos extremos del chasis hay más travesaños conectados a los dos brazos de la ‘H’. Los miembros laterales tubulares contenían también los depósitos de combustible fabricados en caucho.
Montado en posición central encontrábamos una versión descafeinada del motor V8 de 2 litros del coche de competición. Fabricado en aluminio, con árboles de levas deportivos gemelos e inyección de combustible SPICA, esta unidad fue el primer motor V8 de Alfa Romeo.
El motor podía producir hasta 270 CV pero para hacerlo más fiable se redujo la potencia hasta los 230 CV. La mecánica fue acoplada a una caja de cambios Colotti con seis velocidades.
La suspensión de doble espoleta y el sistema de frenos Girling se encargaban de mantener a la bestia pegada al suelo y controlada en todo momento.
La producción comenzó a finales de 1967, sin embargo hubo pocos compradores. El precio de venta al por menor de un 33 Stradale era de 9.750.000 liras, una inmensa fortuna para la época, donde el salario medio era de 150.000 liras anuales.