El BMW i3 lleva casi nueve años en el mercado y su ciclo de vida ha llegado a su fin. El i3 fue uno de los pioneros de la era eléctrica moderna y, a principios de esta semana, el ejemplar número 250.000 salió de la planta de Leipzig, Alemania, donde comenzó la producción en 2013.
BMW dice que eso lo convierte en el vehículo eléctrico más exitoso del mundo en el segmento compacto premium, aunque seamos sinceros, no ha habido mucha competencia. Según los últimos datos, este eléctrico de diseño atrevido ya ha dejado de producirse y, para cerrar esta etapa, se ha producido una edición especial.
La despedida del BMW i3
Un total de 10 unidades del BMW i3S ponen el broche de oro a la producción del eléctrico alemán. Todas lucen un acabado en pintura Frozen Dark Grey o Frozen Red II del programa de personalización Individual de BMW. Los Home Run Edition también tienen llantas de aleación de 20 pulgadas con radios dobles, un techo de cristal practicable y faros adaptables.
En el interior podemos encontrar una tapicería Vernasca Dark Truffle, un panel de instrumentos de cuero y revestimiento del techo Carum Grey. En cuanto a las comodidades, no faltan la iluminación ambiental, asientos con calefacción, sensores de aparcamiento, navegación BMW Professional y un sistema de sonido Harman Kardon Hi-Fi.
La gama actual del BMW i3 está equipada con un motor de 170 CV en combinación con una batería de iones de litio con 37,9 kWh útiles con la que declara 308 km de autonomía según el ciclo WLTP. El más «prestacional» BMW i3S tiene 184 CV y reduce el rango de utilización a los 283 km.
La serie de 10 unidades ya se ha producido e incluso vendido. Es más, los compradores de esta serie especial Home Run pudieron ver cómo se fabricaban sus coches en la línea de ensamblaje. En la firma alemana tienen claro que la demanda que se pueda perder del i3 se absorberá sin problemas con los MINI SE Cooper y BMW iX1.
La denominación i3 volverá al mercado en formato berlina dando vida al Serie 3 eléctrico, algo lógico.