Las copias chinas a veces llegan a límites insospechados y, en esta ocasión, han viajado hasta la década de 1950 para reproducir ni más ni menos que a todo un icono de la automoción, el BMW Isetta. Si bien es cierto que el fabricante del modelo no será la firma germana, sino la empresa china Eagle, y que el coche no se llamará Isetta, sino EG6330K, este pequeño vehículo urbano hereda los principales rasgos de diseño del mítico coche alemán.
Otra de las principales novedades es que no hablamos de un vehículo cuyo consumo sorprenderá nuevamente al mundo con sólo tres litros a los 100 kilómetros, sino que en sus entrañas se esconderá un pequeño motor eléctrico emparejado a una batería de plomo y ácido de 72 kWh.
Según revela Car News China, este fabricante de vehículos eléctricos de reducido tamaño dará a luz al EG6330K a lo largo de este año, el cual contará con una autonomía cercana a los 120 kilómetros y alcanzará una velocidad máxima de 60 km/h, ya que está enfocado a «jóvenes que viven en las grandes ciudades«.
La compañía tiene una capacidad de fabricación de 80 unidades por día y en 15 años, Suzhou Eagle ha producido más de 10.000 unidades de más de 100 modelos diferentes.
Como vehículo urbano no tiene desperdicio, y es que su diseño con cuatro puertas puede resultar realmente práctico en grandes ciudades del mercado asiático. Por ahora, sólo se venderá en China a un precio de unos 4.000 dólares, y entre sus rasgos característicos destacan los detalles de inspiración retro y unos intermitentes montados en el paragolpes delantero, al igual que ocurría en el BMW 600. Para el interior, la fuente nos habla de una abundante cantidad de plástico, como era de esperar, así como de «grandes salidas de aire y una radio decente«.