Ya es oficial, el nuevo BMW Z4 Concept que nos adelanta la próxima generación del roadster bávaro es oficial y lo cierto es que su diseño es abrumador. Presentado en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, el prototipo de BMW puede presumir de ser dinámico, progresivo y una irresistible fuente de emociones, pues su carrocería nos deleita con unas proporciones ágiles y compactas, una silueta dinámica y un uso emocional y atractivo de las formas.
No será hasta el próximo año cuando conozcamos el modelo definitivo, pero si la firma germana cumple sus promesas y se mantiene fiel a este concept, yo ya voy a ir ahorrando para comprarme uno. El BMW Concept Z4 adopta rasgos del diseño clásico de los roadsters, como la batalla larga, una silueta baja y estirada y una zaga compacta, pero los envuelve en un conjunto innovador que hereda el nuevo lenguaje de diseño de BMW. Si el BMW Serie 8 era espectacular, el Z4 no podía ser menos.
Quizá lo más llamativo del exterior sea la nariz de tiburón esculpida en la parte frontal, flanqueada por unas ópticas LED novedosas en la marca. En el lateral, los grandes Air Breathers ubicados detrás de las ruedas frontales nos dan una idea de su potencial, al tiempo que la línea se eleva hacia la zaga para incrementar la sensación de dinamismo, con unos marcados y musculosos pasos de rueda posteriores.
El diseño del frontal del BMW Concept Z4, con una parrilla baja y unos faros elevados, nos recuerda inevitablemente al BMW Z8, mientras que la malla interior de la parrilla, de orientación vertical, homenajea los primeros roadsters de BMW, como el BMW 328 Mille Miglia.
En la parte posterior, el difusor de fibra de carbono añade una floritura deportiva y exclusiva, y acaba la zaga en su punto más cercano a la carretera. Todo parece dirigir el foco de atención a la tracción trasera del vehículo, al tiempo que el conjunto queda rematado con la llamativa pintura Energetic Orange y unas llantas de aleación de 20 pulgadas en diseño deportivo de radios dobles bicolor.
Y si el exterior es sorprendente, el interior hará que se te caiga la baba, y es que gran parte del mismo adopta el color de la carrocería para crear un claro enlace visual entre el habitáculo y la carrocería. Para centrarnos en lo esencial, conducir, todos los controles están agrupados en “islas funcionales”, contando con materiales exclusivos como la fibra de carbono, detalles cromados pulidos y elegantes motivos hexagonales cortados con láser en los asientos. Destacan también el cuadro de instrumentos y la pantalla de información central a la misma altura para darle una ergonomía perfecta al conjunto. Juntos, todos forman una zona claramente definida que rodea al conductor como una cápsula para lograr la máxima deportividad.
Un espectáculo con ruedas. Parece que algo de la línea de diseño «i» está colonizando la gana «térmica» de BMW. Es un acierto, futurista y rompedor pero con sentido, nada de rarezas a la japonesa. Wow.