Hay personas que con sus creaciones y su visión del ser humano consiguen cambiar el mundo, y no hay duda de que Steve Jobs fue uno de ellos, con una vida repleta de altibajos que se vio truncada finalmente con su fallecimiento en el 2011 por un cáncer de páncreas poco común. La obsesión de este genio nacido en San Francisco era por delante de todo el diseño, crear objetos que transmitieran algo más allá de su propia función creando un vinculo emocional, como el iPhone. Es curioso hasta qué punto esta misma idea se puede asociar también al mundo del motor, creando máquinas donde el diseño importa y mucho.
Quizás por ello Steve Jobs se decidió a comprar este BMW Z8 en el año 2000, que como dato curioso, entre numerosos extras incorporaba un Motorola StarTAC, un teléfono móvil lanzado en 1996 con la clásica apertura en forma de concha. Entre otro de los coches que sabemos que tuvo en propiedad se incluyen un Mercedes SL 55 AMG que como curiosidad conducía sin placa de matrícula por California gracias a una ley muy poco conocida en dicho Estado.
No hay duda de que la simpleza de las formas y el diseño del BMW Z8 encaja muy bien con los productos de Apple, esa sencillez que crean la perfección, y seguramente Steve Jobs vio eso al adquirir este deportivo. Ahora será subastado, y gracias a quién lo condujo anteriormente se espera que su precio se dispare por las nubes, seguro que algún fan de Apple siempre soñó con conducir alguno de los coches de su ídolo. Su diseño exterior creado por Henrik Fisker bajo la atenta mirada de Chris Bangle nunca pasa de moda, y aún hoy en día su precio sigue en alza.
El Z8 es un roadster tradicional, pero equipa un techo duro retráctil que lo dota de ese aspecto tan singular cuando lo lleva puesto. Gracias a su motor V8 de 4.9 litros desarrolla un potencia de unos 400 CV y 500 Nm de par que lo convierten en juguete que nos regalará largas horas de diversión por enrevesadas carreteras y puertos de montaña.
Solo 2.366 unidades llegaron a los Estados Unidos, y Steve Jobs recibió el suyo en el año 2000 siendo registrada como la entrega número 67º en suelo americano. En el exterior adquiere un acabado titanio plateado y un interior negro, en su cuentakilómetros solo suma 24,462 km, lo que lo hace aún más atractivo si cabe. Eso sí, se espera que el precio de venta esté entre los 300.000 y 400.000 dólares en esta subasta realizada por RM Sotheby’s en Nueva York, aunque eso sería sin contar con que aparezca algún adinerado fanático de Apple que pueda desembolsar una cantidad mayor…
Para mí, uno de los mejores diseños de todos los tiempos. Moderno y clásico, es un coche que con el tiempo solo podrá mejorar.
Y artesanal