Bugatti ha afirmado en varias ocasiones que no le interesa mucho eso de romper récords de velocidad, pero el pasado año nos sorprendió con la escalofriante cifra de 490,48 km/h a bordo de un Chiron Super Sport 300+. Sin embargo, el primer puesto del podio no le ha durado mucho al fabricante…
La lucha por fabricar el coche más rápido del mundo está concentrando cada vez más rivales en la carretera. Hasta la fecha, este título se lo disputaban superdeportivos del nivel de Bugatti Chiron, Koenigsegg Agera o el nuevo Hennessey Venom F5, pero recientemente se les unió un fabricante estadounidense.
Hablamos de Shelby SuperCars (SSC) y su Tuatara, un superdeportivo con un aerodinámica digna de un caza de combate y una estética poderosa que acaba de hacerse con el título de ‘coche de producción más rápido del planeta’ al alcanzar una velocidad punta de nada menos que 532,7 km/h.
Para demostrar que no era una mera casualidad puntual, el SSC Tuatara también estableció una media de 508,7 km/h en una carrera de dos vías -en una carretera cerrada al tráfico en Nevada-. Al volante del Tuatara estaba el piloto de carreras británico Oliver Webb y se trata del mismo tramo empleado por Koenigsegg para su récord en 2017.
Recordemos que el Tautara se presenta con una carrocería en fibra de carbono que permite obtener un coeficiente aerodinámico de tan solo 0.279. Según la compañía, una cifra por debajo del Bugatti Chiron (0,36), el Koenigsegg Agera (0,33) o el Venom F5 (0,33).
Bajo el capó encontramos un motor V8 de 5.9 litros biturbo que sitúa la línea roja a 8.800 rpm y tiene una relación de comprensión de 8.8:1. De esta forma, el SSC Tautara es capaz de desarrollar una potencia de hasta 1.350 CV en total utilizando gasolina de 91 octanos.
Solo se fabricarán 100 ejemplares y ya están todos vendidos por más de 1,5 millones de euros al cambio.
Pero ojo, porque si optamos gasolina E85 podemos incrementar esta cifra hasta los 1.750 CV de potencia. Su mecánica está asociada a una caja de transmisión manual robotizada con 7 velocidades que envía toda la potencia directamente al eje trasero. Además, consigue un peso de tan solo 1.247 kilogramos.