El cinturón de seguridad de los coches tiene muchos años de vida, y gracias a su presencia se han salvado miles y miles de vidas en todo el mundo. Por mucho que se repita que el cinturón salva vidas, siempre hay alguien que no se lo quiere poner, o que se lo quita “un momento”, y por eso las estadísticas de accidentes en los que los fallecidos no llevaban abrochado el cinturón de seguridad son tan sobrecogedoras como absurdas.
Hoy vamos a dedicarle un rato a un tipo específico de este elemento de seguridad pasiva tan importante, concretamente al cinturón de tres puntos, el cual acaba de cumplir nada menos que 57 primaveras.
Si bien es cierto que en la década de los años 30 ya se utilizaban los arneses en la aviación, no fue hasta la década de los años 1950 (exactamente 1956) cuando un señor llamado Robert McNamara introdujo los cinturones en los coches. Eran cinturones ventrales, al estilo de los de los aviones comerciales actuales, y la seguridad que aportaban era… escasa. Tan poca seguridad aportaba el cinturón como las columnas de dirección rígidas, que acabaron con la vida de tantos conductores como ya os comentamos en nuestro artículo sobre los crash test dummies.
Pero al tema, ese cinturón fue el precursor del que tú y yo nos abrochamos a diario, el cinturón de tres puntos de anclaje, que inventó Nils Bohlin al servicio de la Volvo por aquélla época. Este gran hombre era un ingeniero que trabajaba en Saab desarrollando los asientos eyectables de los aviones cuando Volvo decidió contratarlo para trabajar en la automoción. Por la década de 1950, Volvo ya había llevado acabo avances notables en materia de seguridad, incorporando en sus vehículos los parabrisas laminados, los paneles acolchados y los cinturones de seguridad (sí, incluso cuando no había regulación que obligaba a ello), pero querían ir un paso más lejos.
El cinturón ventral presentaba grandes problemas ante un accidente, ya que al estar ubicado justo debajo de la caja torácica, toda la fuerza del impacto afectaba a los órganos vitales de la persona. En los choques la gente tendía a moverse bruscamente hacia adelante como si de la bisagra de una puerta se tratase, impactando la cabeza contra el parabrisas. Y creo que sobra decir las consecuencias que aquello tenía…
DeHaven era un piloto de combate de la Primera Guerra Mundial que se preguntaban por qué había sido el único en sobrevivir a una colisión en el aire con otro avión, y pasó a dirigir un proyecto de investigación de lesiones en accidentes en la Escuela de Medicina de Cornell.
Sin embargo, un tiempo antes dos estadounidenses ya habían sentado las bases para Bohlin, Volvo y el cinturón de tres puntos: Roger Griswold y Hugh DeHaven, quienes presentaron una patente el 14 de junio de 1955 a la que denominaron CIR-Griswold. Este cinturón de seguridad incluía tanto una sujeción diagonal como un par de cinturones de seguridad ventrales, aunque todo ellos se unían en el centro. Si bien es cierto que su proyecto llegó a ser ampliamente analizado por los legisladores estadounidenses durante la década de 1950, su invento no llegó a buen puerto.
El diseño de Bohlin era una mejora de la idea anterior, pero mantenía el pecho y los hombros bien sujetos en caso de impacto al crear un cinturón de seguridad en forma de V, lo que también ayudaba a repartir la fuerza del golpe entre el pecho y las caderas. Asimismo, la hebilla se trasladó al punto más bajo en el lado del asiento, eliminando con ello el engorroso punto de anclaje de la cintura del usuario. Tal y como declaraba Volvo en aquella época, «el cinturón de Bohlin es una demostración efectiva de la perfección geométrica, no una innovación de vanguardia«.
La idea de Bohlin consistía en mejorar el invento de McNamara y DeHaven para lograr sujetar el torso en una postura lo más vertical posible en caso de colisión.
En realidad la idea parece muy simple a día de hoy, pero en su momento pasó más de un año entre que Bohlin creó los primeros prototipos y probó el el cinturón de seguridad de tres puntos. Concretamente, presentó la primera patente en Suecia el 29 de agosto de 1958, y en América casi exactamente un año más tarde. El 10 de julio de 1962, la Oficina de Patentes de Estados Unidos concedió a Nils Ivar Bohlin, nacional de Gotemburgo, Suecia, la patente Nº 3.043.625 del cinturón de seguridad.
Posteriormente, Volvo ofreció de serie el producto en el Amazon en su segundo año de producción, y cuando el invento demostró su eficacia, Volvo liberó la patente (todo un bonito gesto por su parte). Solo cuatro años después, la Ley Nacional de Seguridad de Tráfico y Vehículos de Motor convirtió los cinturones de seguridad de tres puntos delanteros en obligatorios para todos los fabricantes.
Por sus esfuerzos, Bohlin fue incluido en el ‘Automotive Hall of Fame’ en 1999, y en el National Inventors Hall of Fame en 2002.
Desde entonces, este gran invento no ha cambiado mucho, entre otras cosas porque no ha existido la necesidad de hacerlo, aunque sí que es cierto que en los últimos años han aparecido algunas curiosas mejoras como los cinturones de seguridad inflables. Hasta la fecha, el cinturón de seguridad es uno de los dispositivos de seguridad del automóvil más simples que existen, de los más extendidos y de los más eficaces: según la propia Volvo, más de un millón de personas han evitado lesiones graves o la muerte gracias a la utilización del cinturón de seguridad de tres puntos.
Excelente artículo, como siempre
Se agradece ?
Gracias Volvo. Respeto tus cuatro cilindros
Y el de 4 puntos ??