El pináculo de la gama Mercedes-Benz siempre ha sido el Mercedes-Benz Clase S, un modelo que en los últimos años ha aumentado su familia al formato SUV con el GLS y se ha electrificado con los EQS y EQS SUV.
Para poner en contexto el drama que está viviendo la marca de la estrella en su tecnológica planta de Sindelfingen hay que destacar que las ventas acumuladas de estos cuatro modelos juntos han sido nefastas.
El Clase S es el modelo insignia de la marca y sus ventas se han desplomado
Las ventas combinadas de han sido de sólo 33.400 unidades entre abril y junio, lo que representa una caída de algo más del 24% en ese periodo.
Por esta razón, el Mercedes-Benz Clase S se producirá por primera vez en su historia en un solo turno en la factoría alemana.
Además de la caída de las ventas de casi un 25%, la inversión que la marca hizo en la planta totalmente digitalizada, inaugurada hace cuatro años tardará mucho más en amortizarse y eso que la marca efectuó esta inversión junto con las marcas Maybach y AMG.
La fábrica ha funcionado en dos turnos desde su apertura pero ahora, después de la vuelta del verano los 1.500 empleados tendrán que prepararse para los recortes.
Automobilwoche ha publicado que en el cuarto trimestre algunos de los empleados serán reubicados.
Una fábrica infrautilizada, proveedores asustados y concesionarios sin ventas
La capacidad de la planta ha estado infrautilizada durante meses por la caída de las ventas del mercado de lujo.
La participación del segmento superior en las ventas totales cayó del 16 por ciento al 14 por ciento, lo que hizo que el margen de beneficio en el negocio de automóviles de Mercedes en el segundo trimestre cayera del 13,5 por ciento al 10,2 por ciento.
Marklines comentó a ANE que las ventas del modelo cayeron un 13% en China, un 19% en Estados Unidos y un 27% en Europa, según Marklines.
A pesar de que la marca y los concesionarios son los más afectados por estas caída en las ventas, este recorte en la producción también afecta a los proveedores de componentes que han catalogado esta situación de auténtica catástrofe.
Se ha informado de concesionarios en Alemania que cuentan con modelos en stock que han tenido que matricular y hacerles algunos kilómetros porque no han podido vender y que tampoco venden a pesar de recortes de precios de más de 50.000 euros. Otros concesionarios dicen que el último Clase S que vendieron salió de su concesionario hade más de un año.