¿El futuro ya está aquí? Durante años nos hemos preguntado qué sucedería cuando un vehículo autónomo se cobrase su primera víctima mortal, y la noche del domingo en Arizona uno de los coches sin conductor Uber atropellaron a una mujer que cruzó por una zona no señalizada. Si bien hace algún tiempo yo mismo os contaba por qué aún no estamos preparados para la llegada del coche autónomo, y hoy ha quedado demostrado que aún queda mucho para que esta tecnología llegue a su punto de maduración.
De momento, Uber ha detenido todas las pruebas de forma cautelar mientras se lleva a cabo una investigación para conocer con profundidad lo sucedido. Mientras tanto los detalles son muy pocos, se sabe que en el mismo vehículo iba un supervisor del sistema, aunque le fue imposible evitar el accidente. En el momento del atropello estaba activado el modo autónomo y al parecer fue entonces cuando una mujer de 49 años cruzó caminando con su bicicleta fuera de un paso de peatones.
La Policía de Tempe ha declarado que: «El vehículo se dirigía hacia el norte cuando una mujer que caminaba fuera del paso de peatones cruzó la calzada de oeste a este y fue arrollada por el vehículo de Uber«. Ahora unas horas después y tras revisar las primeras grabaciones son capaces de asegurar que el accidente fue «completamente imposible» de evitar, desviando todas las miradas del coche autónomo y señalando que incluso si el vehículo hubiera sido por una persona no hubiera tenido tiempo suficiente de reaccionar.
«Está muy claro que habría sido difícil evitar esta colisión en cualquier tipo de modo (autónomo o impulsado por el hombre) basado en cómo ella salió de la oscuridad directamente hacia la calzada«.
La Jefa de Policía de Tempe ha sido la encargada de desvelar algunos detalles reveladores acerca del accidente, y ha añadido que: «El conductor dijo que fue como un destello, la persona salió delante de él«. Pero para afirmar con tal certeza estos hechos no solo han escuchado al supervisor del vehículo, sino que han estudiado detenidamente las grabaciones del Volvo XC90 que fue utilizado para esa serie de pruebas. El accidente tuvo lugar cuando el vehículo circulaba a una velocidad de unos 60 kilómetros por hora, y aunque la mujer no murió en el acto acabo falleciendo horas más tarde en un hospital cercano por la gravedad de sus heridas.
Aún así, no es el primer problema que ha sufrido Uber en Arizona, ya en marzo del 2017 otro de sus vehículos autónomos sufrió un aparatoso accidente en la misma ciudad volcando en medio de la vía pública. En ese momento también se suspendieron todas las pruebas de la compañía de San Francisco, pero tan solo tres días después del accidente Uber puso de nuevo sus vehículos autónomos en las carreteras de Tempe, San Francisco y Pittsburgh. Y en relación con el coche autónomo tampoco nos olvidamos de la primera víctima a bordo de un Model S, aunque más tarde se demostró que la culpa fue del conductor.
Uber ha publicado en sus redes sociales un mensaje en el que expresa sus condolencias a los familiares de la víctima, mientras tanto continúan los trabajos en colaboración con la Policía de Tempe para aclarar los hechos y extraer con detalles las causas del accidente.
Our hearts go out to the victim’s family. We’re fully cooperating with @TempePolice and local authorities as they investigate this incident.
— Uber Comms (@Uber_Comms) March 19, 2018