El conjunto de ministros de la Unión Europea han acordado un nuevo proyecto normativo que no permitiría que escándalos como el de las emisiones del Grupo Volkswagen volviesen a repetirse, al menos en territorio de la Unión.
Desde el escándalo de Volkswagen, las investigaciones practicadas a los productos de varios fabricantes de automóviles revelaron emisiones de óxidos de nitrógeno que superaban 15 veces las anunciadas si el vehículo se sometía a las condiciones de tráfico real esto, no puede volver a pasar.
Gracias a esta normativa, la Comisión Europea tendría potestad para sancionar a los fabricantes que optasen por engañar durante las pruebas de emisiones oficiales.
Aunque el conjunto de normas aún tiene que pasar por el Parlamento Europeo antes de convertirse en ley, podemos casi confirmar que la respuesta normativa al conocido como Dieselgate está en marcha.
Bajo el actual marco normativo, son los organismos nacionales como la KBA en Alemania los que tienen el poder suficiente para controlar y amonestar a los fabricantes, sin embargo, la nueva normativa permitirían que los organismos nacionales revisasen las decisiones tomadas por los organismos europeos y ojo, porque la tabla de sanciones incluye multas de hasta 30.000 euros por cada coche comercializado con esta clase de dispositivos –lo que puede resultar la quiebra para los fabricantes que intenten acudir a esta vía nuevamente-.
Al parecer, Alemania permanece reacia a entregar más poderes de vigilancia y supervisión del mercado a Bruselas.
El ministro alemán de Economía, Matthias Machnig, comentó que está a favor de reforzar la supervisión pero quiere garantías para evitar un conflicto entre las diferentes agencias.
Fuente: Reuters