El Honda NSX se está haciendo bastante de rogar y, desde luego, no es para menos. Tras un cuarto de siglo desaparecido, la marca nos ha prometido un coche único que revolucionará el segmento de los deportivos. Para hacerlo aún más suculento, la marca está ofreciéndonos información en pequeñas y controladas dosis, por lo que cada noticia de esta nueva generación es recibida con los brazos abiertos por los medios y aficionados al motor.
A pesar de haberlo visto en persona, no ha sido hasta hoy cuando hemos conocido muchos de sus detalles estructurales. A su excelente aerodinámica se unen ahora un chasis multimaterial desarrollado con fibra de carbono, acero y aluminio y un nuevo proceso de ablación en su fabricación que buscan impulsar al nuevo NSX hacia el liderazgo del segmento gracias a unas cualidades dinámicas, de rigidez y de seguridad sin precedentes en su clase.
Su diseño exterior ha sido desarrollado tratando de reducir al mínimo la interrupción de los flujos de aire, para lo cual se ha utilizado una técnica denominada dinámica computacional de fluidos (CFD) que permite simular el paso de fluidos -líquidos o gases- a través de un objeto o a su alrededor. Además, el deportivo de Honda contará con más de diez intercambiadores de calor refrigerados por aire, tres radiadores y dos intercoolers instalados en las entradas de aire laterales.
Los últimos detalles facilitados por Honda en materia de mecánica nos permiten confirmar que el NSX montará bajo el capó un propulsor de nueva hornada DOHC V6 Twin-Turbo de 3.5 litros con un ángulo de 75 grados situado sobre el eje trasero. A éste se unirán tres motores eléctricos: uno de ellos situado junto al motor de combustión y los otros dos –independientes- estarán localizados en el eje delantero.
Para lograr un mayor rendimiento la lubricación será por cárter seco (evita las pérdidas de lubricación al exponerse a elevadas fuerzas G laterales) y la encargada de gestionar toda la potencia del motor será una transmisión automática de 9 velocidades y doble embrague (DCT).
El conjunto híbrido que da vida a este deportivo, denominado Super Handling All Wheel Drive (SH-AWD), ha sido posible gracias a la experiencia de la empresa tanto con motores de alto rendimiento como con tecnologías de propulsión eléctrico-híbridas. Y es que este sistema no solo se erige como el bloque de propulsión más sofisticado y tecnológicamente avanzado e inteligente de la marca hasta la fecha, sino que además promete ofrecer el centro de gravedad más bajo de su clase gracias a la ubicación de sus componentes.
Aunque aún son muchos los detalles que nos quedan por conocer de este modelo, el inicio de su producción está previsto para el próximo otoño. Los rumores apuntan a que vendrá bastante equipado de serie, ofreciendo escasas opciones de personalización, e incluso algunos hablan de una versión Type R del Honda NSX (entre ellos su Jefe de Diseño), pero en cualquier caso, no lo veremos a corto plazo.