Seguro que alguna vez has oído hablar del Honda NSX de Ayrton Senna, pues ojo, porque está a la venta en una subasta.
Considerado uno de los mejores pilotos de Fórmula 1 de todos los tiempos, Ayrton Senna dominó la escena de la Fórmula Uno a finales de los 80 y principios de los 90, ganando un total de 41 carreras y logrando un triplete de títulos mundiales con McLaren.
Senna perdió trágicamente la vida en Imola durante el Gran Premio de San Marino el 1 de mayo de 1994; sin embargo, su legado continúa vivo, muchos en su país natal, Brasil, todavía lo adoran y en 2010 se estrenó un biopic muy interesante.
El Honda NSX rojo es el coche más famoso de Senna. Matriculado en 1991, este fue uno de los coches con el que Senna fue fotografiado regularmente. Este mismo coche apareció en la película de Senna «Racing is in my Blood» estrenada en 1992.
El Honda NSX personal de la leyenda de la F1 y tres veces campeón del mundo Ayrton Senna se ha puesto a la venta esta semana en Reino Unido por Auto Trader y si lo quieres deberás de pagar la friolera de medio millón de libras -581.560 euros al cambio actual-.
En la actualidad el modelo es propiedad de Robert McFagan de East Sussex y es uno de los 3 NSX que el piloto tenía en su garaje personal -una unidad roja y dos negras-.
Como parte del 25 aniversario del trágico fallecimiento de Senna, en 2019, el Honda NSX rojo fue llevado al circuito de Imola y conducido por Giancarlo Minardi frente a un lugar lleno de fanáticos de Senna.
La unidad tiene actualmente poco más de 60.000 kilómetros y se matriculó por primera vez en 1991.
¿Cómo es el Honda NSX?
Apodado como el “anti Ferrari”, el NSX NA1 contaba con unas generosas dimensiones de 4.405 mm de largo, 1.810 mm de ancho, 1.170 mm de alto y 2.530 mm de distancia entre ejes. El NSX NA2 era 20 mm más largo, aunque el resto de sus dimensiones permanecieron inalteradas. Respecto al peso, el NA1 fijo la báscula en los 1.392 kg mientras que el NA2 lo hizo en 1.460 kg.
Nobuhiko Kawamoto, su creador tomo asesoramiento del mismísimo Ayrton Senna quien probó una unidad de pruebas en Suzuka -cuando salió al mercado disfrutó de varias unidades, entre ellas, una negra que os dejamos en la galería- y tras sus comentarios forzó a los ingenieros a aumentar la rigidez en un 50%, y eso que el modelo ya estaba a la altura de los Porsche y los Ferrari de la época.
Para alimentar el modelo se contó con dos motores: un 3.0L 24v que rendía 270 CV y 285 Nm de par –C32B- y un 3.2L 24v que rendía 290 CV y 285 Nm de par – C32B-. Estas mecánicas estaban asociadas a una caja manual de 5 velocidades o a una automática de 4 en el caso del C30A, mientras que una caja manual de 6 velocidades fue lo más destacado para el C32B.