Durante esta semana y hasta el próximo domingo día 8, la Land Rover Store -calle Ríos Rosas 56, Madrid– acoge la presentación de la nueva berlina de tamaño medio desarrollada por Jaguar, el Jaguar XE. Ante las numerosas expectativas puestas en él por parte de la marca gracias a la infinidad de novedades que incorpora, las bondades de su línea de diseño exterior y, todo sea dicho, la curiosidad por conocerlo en persona, hemos querido hacerle una visita durante su estancia en la capital. A la espera de su presentación a prensa, os vamos a trasladar nuestras primeras impresiones tras verlo en persona.
El modelo que se encuentra en la exposición es el mismo que pudimos ver en las numerosas fotografías que la marca facilitó en su presentación, un Jaguar XE S en color rojo que, exteriormente, brilla con luz propia. Aparentemente, los detalles deportivos de la carrocería, tales como los pasos de rueda ensanchados, las prominentes taloneras, el discreto alerón o las enormes llantas de 20 pulgadas, hacen que parezca un vehículo de dimensiones superiores a las que realmente posee. Con 4,67 metros de longitud, es en realidad un vehículo que llega al mercado para ofrecer algo diferente a las clásicas berlinas premium alemanas como el Audi A4, el BMW Serie 3 o el Mercedes Clase C. Y es que a pesar de que su línea se mantiene fiel a la esencia de Jaguar, con ese característico toque de elegancia británica, esta versión deportiva incorpora algunos detalles heredados del F-Type que no tienen nada que envidiar a las versiones alemanas más potentes.
Si nos situamos delante del Jaguar XE, el frontal impone, con una parrilla de dimensiones generosas, un ceño fruncido y el logotipo de Jaguar presidiendo la calandra. Pero eso no es todo, alguien dijo alguna vez que los detalles marcan la diferencia ¡Y qué razón tenía! Si observamos de cerca los faros del XE, nos encontraremos con algo realmente curioso: se asemejan al objetivo de una cámara de fotos, detallando las características del mismo en el marco que los rodea. Asimismo y, para dejar constancia de que en este coche nada se ha creado por casualidad, las luces LED diurnas se ven continuadas por un nervio que recorre el capó hasta el parabrisas, donde los ‘limpias’ se han escondido ligeramente para no restar armonía y elegancia al conjunto.
En el lateral, los rasgos deportivos se hacen aún más patentes, con unas discretas tomas de aire entre las puertas y los pasos de rueda, unas taloneras pintadas en negro, las llantas oscurecidas de 20 pulgadas (son opcionales y exclusivas del acabado ‘S’) que dejan entrever los frenos pintados en rojo y un marcado nervio superior que atraviesa toda la carrocería. El rojo es quizá el mejor color que podían haber elegido para esta unidad, ya que en contraste con los detalles en tonos negros, aporta mayor sensación de dinamismo al conjunto y, a la vista, es un coche realmente llamativo.
La zaga, sin embargo, no nos ha convencido tanto. A pesar de que es en esta parte donde nos encontramos con uno de los detalles que más nos recuerdan al Jaguar F-Type -la forma en que se iluminan los LED traseros-, inevitablemente el diseño de los pilotos también nos recuerda al Skoda SuperB, restando quizá algo de caché al conjunto. Además, en comparación con el resto del vehículo, la parte trasera es la menos vistosa, disimulando en mayor medida los detalles deportivos de la carrocería. Así, nos encontramos con dos discretas salidas de escape para evacuar los gases emitidos por el potente motor 3.0 litros V6 de 340 CV y un alerón que bien podríamos confundir con un resalto de la carrocería. El maletero, por su parte, resulta bastante generoso con sus 455 litros, aunque el reducido acceso al mismo quizá sea un inconveniente al introducir objetos de gran tamaño.
El interior es quizá uno de los aspectos que más te enamorarán de este coche, resultando tan agradable al tacto como a la vista. En el puesto de conducción, el volante supone un guiño a la deportividad del F-Type y todo está orientado hacia el conductor, sin menospreciar por ello la comodidad de los ocupantes. La gran consola central -que alberga el selector del cambio ZF de ocho velocidades- es la protagonista del habitáculo, separando las plazas del conductor y el acompañante para prolongarse hasta el salpicadero. Allí la pantalla táctil de ocho pulgadas incorpora todo tipo de funciones que permiten al conductor controlar el vehículo de forma remota.
Los asientos, con un diseño bicolor a juego con la carrocería y el logotipo ‘S’ bordado, resultan bastante cómodos para tratarse de un modelo deportivo; mientras en las plazas traseras, hay espacio más que suficiente para que viajen dos personas con total comodidad, incluso con los asientos delanteros completamente desplazados hacia atrás. La plaza central, sin embargo, peca de ser más limitada que las de sus rivales directos, debido a su estrechez y a las dimensiones de las salidas de aire traseras.
Tras haber pasado un rato junto al nuevo Jaguar XE se trata, sin duda, de un vehículo que nos ha sorprendido gratamente y que empezábamos a echar en falta dentro de la gama Jaguar. Aunque podría mejorar en algunos aspectos, el conjunto resulta muy agradable, pero habrá que esperar a ponerse al volante para saber si realmente es tan bueno como promete visualmente. Si queréis conocer todos los detalles y las novedades que incorpora este modelo, podéis consultarlos aquí.
los pilotos y parte de la trasera tienen cierto aire a5…