Hace nada menos que cinco años el McLaren P1 se presentó al mundo en el estudio de diseño «Mondial de l’Automobile» en París antes de debutar cara al público en el Salón de Automóvil de Ginebra. De esta forma pasaba a ser el primer «Ultimate Series» de la firma británica, iniciando una lucha entre las marcas de alto rendimiento de todo el planeta, gracias a la cual hoy podemos tener vehículos tan impresionantes como el Ferrari LaFerrari, o el más reciente Mercedes-AMG Project ONE.
Con una edición limitada de 375 vehículos fabricados artesanalmente en Surrey (Reino Unido) que tuvo su fin en el 2015. De esta forma McLaren presentaba al mundo su hipercoche de propulsión híbrida y tecnologías directamente importadas de la fórmula 1 para regalarnos 916 caballos y un 0-100 km/h en 2,8 segundos.
Han pasado 5 años ya de la creación de esta joya de la ingeniería y la aerodinámica y la realidad es que no ha envejecido en absoluto, a la que hay que añadir que cada una de las unidades que se fabricaron es totalmente única gracias al trabajo de ‘McLaren Special Operations‘.El trabajo aerodinámico del P1 fue sin duda una de las partes más importantes en todo el desarrollo hasta la etapa de producción del vehículo. Para ello se llevó a cabo un modelo CFD (Dinámica de fluidos computacional) y multitud de pruebas en el túnel de viento, las cuales producen unos asombrosos 600 kg de carga por debajo del vehículo limitado electrónicamente a 350 kilómetros por hora.
«El McLaren P1 es el supercarcoche más emocionante, capaz y dinámico que hemos logrado y el escaparate de la innovación y la tecnología de McLaren. La velocidad máxima nunca fue la prioridad, nos propusimos desarrollar un coche que podría ser conducido tanto en circuito de carreras y que al apretar un botón fuera el vehículo de producción más rápido en la pista, lo que es una declaración técnica mucho más importante y de mayor relevancia para la conducción en carretera «, declara el Director Ejecutivo de McLaren.
El McLaren P1 ha sido diseñado desde el principio con un objetivo claro: “ser el mejor coche para la carretera y la pista”, un coche cuyo sistema de propulsión es capaz de generar 903 cv de potencia gracias a un motor de 3.8 litros twin turbo V8 de gasolina y un motor eléctrico. Así es capaz de acelerar de 0 a 200 kilómetros por hora en 6,8 segundos y alcanzar los 300 km/h en solo 16,5 segundos. Toda una bestia del circuito que alcanza los 978.000 euros sin extras, por lo que fácilmente sobrepasará el millón de euros en cuanto añadamos algún capricho de MSO.
Media década? Se dice lustro, catetos.