En el Salón del Automóvil de Ginebra 2018, McLaren Automotive nos mostró a modo de prototipo una versión sólo apta para el circuito basada en el nuevo Ultimate Series, el McLaren Senna. Un año después y, bajo el nombre de McLaren Senna GTR, el modelo es por fin una realidad de la que solo verán la luz 75 unidades, consolidándose como el McLaren más extremo.
Se ensamblarán a mano en Woking, Inglaterra, durante 2019, contando con más potencia, más adherencia y más carga aerodinámica –hasta 1.000 kg– que el McLaren Senna, lo que le permitirá registrará tiempos de vuelta aún más rápidos. Por desgracia, solo un número muy limitado de clientes ha podido comprar la experiencia más cercana al mundo de la competición.
La carrocería de fibra de carbono tiene un nuevo frontal y un alerón trasero activo reposicionado; estos dos últimos elementos se combinan para mejorar la eficiencia aerodinámica y permitir una mayor carga aerodinámica a velocidades más bajas. El rendimiento aerodinámico optimizado en la guiñada mejora la estabilidad en las curvas, mientras que la reducción de la sensibilidad lleva a una estabilidad de frenado aún mayor.
El ligero pero fuerte Monocasco de fibra de carbono es el corazón de cada McLaren Senna GTR y personifica el enfoque de McLaren para la reducción de peso, una filosofía que se profundiza aún más con el nuevo GTR. En el interior se eliminan todos los airbags, así como la pantalla central de infoentretenimiento y la pantalla plegable del conductor que se encuentra en el automóvil de carretera, mientras que un nuevo volante de carreras con levas integradas reemplaza al volante de la versión de calle.
El aire acondicionado es una excepción a la regla del minimalismo absoluto y un sistema de prevención de colisión trasera asistido por radar también forma parte del equipamiento de serie.
El peso final del vehículo es de solo 1.188 kilogramos, por lo que el GTR pesa 10 kilos menos que el Senna de carretera. En combinación con los 825 CV desarrollados por el motor V8 con doble turbocompresor y 4.0 litros -un aumento de 25 CV sobre el Senna de calle-, la relación potencia-peso supera cómodamente la de la versión de carretera. Junto con un par de hasta 800 Nm, el resultado es simplemente brutal.
El McLaren Senna GTR conserva la aerodinámica activa del automóvil de calle, una ventaja que no sería permisible en un automóvil de carreras homologado, que es un importante facilitador para generar los 1.000 kg de carga aerodinámica (200 más que su homólogo de carretera). Tiene una suspensión convencional de doble brazo y la geometría, pero los muelles, los amortiguadores y las barras estabilizadoras han sido desarrolladas a partir del sistema diseñado para el programa de carreras de clientes del McLaren GT3.