Si hay una imagen impactante durante el día de hoy es la del Papa Francisco recibiendo por parte de la prestigiosa casa de Sant’Agata Bolognese un Lamborghini Huracan. Y aunque muchos ya se estén llevando las manos a la cabeza y pidiendo explicaciones a la Iglesia Católica, este regalo esconde una buena causa que honra a Lamborghini. Aunque para desgracia del Papa no podrá conducirlo ni lucirlo en sus visitas como Jefe de Estado en otros países…
Este llamativo Lamborghini ha sido hoy el protagonista en la Ciudad del Vaticano ante la atenta mirada de la prensa y el CEO de la marca –Stefano Domenicali– para que el mismísimo Papa Francisco le diera su bendición y plasmara su autógrafo.
Esta unidad ha sido personalizada para crear un Huracan exclusivo y único en el mundo, todo un gran trabajo llevado a cabo por el departamento de Ad Personam. Han hecho un claro guiño a los colores del Vaticano en el exterior gracias a su pintura color blanco «Bianco Monocerus» y líneas doradas «Giallo Tiberino». Ahora será vendido al mejor postor por la casa de subastas RM Sotheby’s destinándose a numerosas causas solidarias desde África hasta en Nineveh (Irak) donde los cristianos sufren una especial persecución por parte del Estado Islámico, así como para víctimas de tráfico sexual.
Este Lamborghini Huracan es otro presente que se suma a la lista de regalos curiosos que recibe el Papa Francisco, aunque no es el primero, ya antes recibió una Harley-Davidson por parte de la compañía americana de motocicletas junto con una chaqueta. Ambas fueron subastadas por cantidades astronómicas teniendo en cuenta su precio original, y tanto las marcas como las diferentes ONGs ven como buenos ojos este tipo de acciones que suelen ser muy mediáticas.