Dicen que el Mercedes-Benz Clase G es uno de esos coches que hay que conducir una vez en la vida, y qué razón tienen. Es un vehículo icónico que, aunque pasen los años, sigue conservando ese atractivo y aplomo únicos. Buena prueba de ello es esta nueva generación, que se alzó con un nuevo récord de ventas el año pasado.
Mercedes-Benz vendió en 2021 poco más de 41.000 ejemplares del Clase G en todo el mundo. Sin embargo, la situación que atraviesa la industria del automóvil no ayuda en absoluto. La escasez de piezas como resultado de la propagación de COVID-19 en el sudeste asiático y la crisis de los microchips están haciendo que la marca incumpla sus objetivos de producción.
Así lo revela un reciente informe de MBPassionBlog, donde señalan que la compañía alemana ha cerrado los libros de pedidos para el icónico todoterreno. A ello hemos de sumarle que la compañía al parecer ha retrasado las fechas de entrega hasta el cuarto trimestre de 2024, dentro de casi tres años.
Más de dos años para recibir tu Mercedes-Benz Clase G
Según apunta el informe, los potenciales compradores del Clase G afirman que la compañía no acepta nuevos pedidos para el modelo desde el pasado 17 de enero. La publicación añade que algunos distribuidores de la marca están rechazando varias solicitudes de pedidos.
La congelación de las solicitudes llega junto con la noticia de que los plazos de entrega del Clase G se están alargando más allá de dos años vista. Hay que recordar que la nueva generación del Clase G llegó en 2019, por lo que este año le toca una actualización. Así lo demuestran al menos las diversas fotografías espía que llevamos viendo algunos meses.
Esto podría contribuir a la interrupción de los pedidos y al retraso en las entregas. Si bien es una actualización menor sin cambios exteriores significativos, el interior sí que recibirá interesantes novedades. Se habla del último software de información y entretenimiento de la marca y de pantallas más grandes. Un problema con los microchips…