Han pasado un total de 50 años desde que «La nueva generación de Mercedes-Benz» llegó al mundo en 1968, causando toda una revolución en las berlinas de su categoría. Así, durante los días 9 y 10 de enero de 1968 se pudo contemplar estas berlinas completamente remodeladas para reemplazar a las berlinas “fintail” lanzadas en 1961 equipando los motores de cuatro cilindros (W 110).
Con esta nueva familia de vehículos nació la serie W 115 con motores de cuatro y cinco cilindros y W 114, con motores de seis cilindros. Por fuera todos los modelos eran idénticos con las mismas dimensiones, solo podían distinguirse por diferentes elementos como la parrilla del radiador o del paragolpes.
Así una vez lanzados al mercado, los modelos de motor diesel 200 D y 220 D y los modelos 200, 220, 230 y 250 estaban disponibles con un bloque gasolina que aumentaba aún más la autonomía de modelos anteriores. Mercedes-Benz consiguió crear una berlina estilosa y con líneas que representaban a la perfección el estatus y clase que querían sus clientes, así consiguieron atraer a cada más público buscando un vehículo confortable y una apariencia imponente en la carretera.
Mercedes-Benz utilizó la serie «Stroke / 8» para afinar con éxito el perfil de un segmento de mercado muy característico, el que en un futuro apostaría por el Clase E. Además este mismo año la compañía de Stuttgart incluyó varios cupés en la gama y berlinas de larga distancia entre ejes para poco a poco ir ampliando su gama y poder abarcar un mercado más amplio con públicos diferentes.
El diseño de esta serie de modelos corrió a cargo de Paul Bracq, que imprimió un diseño claro y armonioso en el conjunto con numerosas líneas horizontales y elementos cromados para crear esa apariencia lujosa. Y en cuanto a sus especificaciones técnicas se incluyó el eje oscilante trasero diagonal con el objetivo de combinar la comodidad de marcha característica de la marca con una conducción mejorada.
Así nació una sedán con unas proporciones armoniosas y una distancia entre ejes 50 milímetros más larga que la de su predecesor (en total 2.750 milímetros) mientras que la longitud total se redujo en 55 milímetros a 4.680 milímetros.
Para entender mejor el desarrollo de la nueva generación de vehículos tenemos que remontarnos al año 1961, cuando Fritz Nallinger, miembro del Consejo de Administración responsable de Desarrollo en Daimler-Benz AG se preocupó desde el principio en diferenciar el nuevo modelo de los vehículos del mismo segmento, aunque esa diferencia debería ser mayor que antes. En los documentos de las especificaciones se planificó un vehículo más compacto que el W 110, pero que aún ofrecía la misma cantidad de espacio y buena habitabilidad en el interior. Además el chasis también fue mejorado para ofrecer una conducción y manejo más fáciles.