Mazda obtiene el premio a la tecnología del año 2012 que la Asociación de Investigadores y Periodistas de Automoción de Japón (RJC) otorga todos los años.
Aunque el actual 1.3 de gasolina de inyección directa no es un motor nuevo, el trabajo realizado sobre él ha permitido obtener una fantástica cifra de compresión de 14:1 con la que se consigue un nivel de eficiencia sin precedentes en una mecánica de similar tecnología, posibilitando un funcionamiento a bajas vueltas sorprendente cuando se le mete carga al motor.
Con el objetivo de evitar una mala detonación, algo habitual en motores de combustión con alta relación de compresión, esta nueva mecánica emplea una tecnología diferente en la que los pistones han sido rediseñados a partir de un desarrollo integral pensado para que puedan soportar una “combustión ideal”, además de unos inyectores específicos para un control de la inyección que contribuya a ello.
Actualmente es posible encontrar parte de esta tecnología en el Mazda 2 (o Demio, como es conocido en otros mercados). Este incorpora únicamente el motor SKYACTIV, unido a una caja de cambios de variador continuo y todo ello junto con un nuevo sistema de parada y arranque que Mazda ha denominado i-stop (un start&stop convencional) permite ofrecer un consumo realmente bueno.
Las cifras que Mazda anuncia no se corresponden con las que se obtendrían para su homologación en el mercado europeo, por lo que los 3,3 litros que supuestamente consigue esta mecánica en ciclo mixto estarían entre 1 y 1,5 litros aproximadamente por encima si se calcula igual que se hace para el resto de modelos que ya se venden en Europa, lo que lo situaría por detrás de algunos de sus competidores más directos, aunque eso no quita que siguiesen siendo unos consumos formidables, máxime si se tiene en cuenta que no estamos hablando de un diesel o un híbrido.
Aunque este conjunto de mejoras no se pueden resumir en un simple dato de consumo, y vale que las cifras no son malas y que si además nos agarramos a las anunciada por Mazda (3,3l/100Km) lo son aun menos, pero lo que hace grande a la tecnología SKYACTIV va más allá. Se trata del desarrollo integral de muchos de los componentes del vehículo además de su mecánica, como puede ser la transmisión, o incluso el chasis y la carrocería, que también juegan un papel importante. Con la revisión de estos últimos, se han conseguido mejoras importantes en la rigidez y el peso de ambos. Sucede igual con la transmisión, que a partir de un concepto más compacto se consigue también reducir la fricción y con ello el consumo en casi un 10%.
A parte de este Mazda 2 que de momento se viene ofreciendo desde hace un tiempo solo para el mercado japonés, está previsto para la primavera del año que viene, el lanzamiento del CX-5, modelo que ya implementará completamente la tecnología SKYACTIVE de Mazda y que en principio se podrá ver en nuestro país.