Hasta 2010, Mazda ofrecía en su catálogo el RX-8, un modelo de 1.310 kg de peso con un diseño muy atractivo y una motorización rotativa Wankel que le hizo ganar amigos y enemigos. Bien podríamos decir que esta mecánica es uno de los hitos de la historia de la automoción, además de uno de los 10 motores de producción más curiosos de la historia.
Hace poco, con la aparición del concept Mazda RX-VISION, saltaron las alarmas acerca de la llegada de un posible RX-9 que recogiera el testigo de su predecesor y, por su puesto, de su mecánica, pero rápidamente el Director Ejecutivo de la compañía nipona, Masamichi Kogai, aseguró en unas declaraciones que la marca no tiene ninguna intención de lanzar un vehículo deportivo más grande que el actual Mazda MX-5.
Lo que sí nos adelantaba es que “si Mazda vuelve a iniciar la producción del motor Wankel nuevamente, primero hay que asegurarse de que este podrá extender su uso en el tiempo cumpliendo con las regulaciones de emisiones futuras. Todavía estamos llevando a cabo nuestro trabajo en I+D para superar cualquier problema que pudiera haber respecto a las emisiones y la eficiencia de combustible“.
Ahora que ya habré dejado a muchos con el ánimo por los suelos, además de la nueva mecánica Skyactiv-X, Mazda está preparando un nuevo motor rotativo independiente, que en este momento no está emparejado con ningún modelo futuro, pero ya cuenta con la luz verde de la marca y previsiblemente llegará el próximo año.
Pues bien, tras patentar un motor rotativo en los Estados Unidos, hoy ha quedado confirmado por Martijn Ten Brink, vicepresidente de Ventas y Servicio al Cliente para Europa, que la idea es emplear dicha mecánica de baja cilindrada como un generador para recargar la batería en modelos eléctricos de autonomía extendida, pues tal y como revelaba la patente, hablamos de un tracción delantera con motor eléctrico. Es decir, como si un BMW i3 REX empleara un motor Wankel en lugar de un tricilíndrico de 1.5 litros.
Por las declaraciones de Matsuhiro Tanaka en el pasado Salón de Ginebra, sería un modelo compacto el encargado de incorporar esta combinación mecánica, algo similar a un Renault ZOE o un Nissan Leaf, pues según sus propias palabras “un coche pequeño es mejor para un vehículo eléctrico“. Además, tampoco falta en la patente un sistema Start/Stop asociado a este propulsor, una auténtica innovación si tenemos en cuenta la peculiar forma de arrancar del motor Wankel.
Las razones por las que el motor rotativo no volverá como motor principal es básicamente porque es una mecánica que no es particularmente eficiente. La pregunta que os estaréis haciendo es simple, ¿si no es eficiente, por qué demonios la usa Mazda para recargar la batería de un coche eléctrico?, muy simple, porque el motor rotativo es mucho más silencioso en comparación con los extensores de autonomía de otros fabricantes.
La patente europea de invencion P9501627 transforma el motor wankel en motor hidráulico de circuito cerrado.Mazda ya puede aplicarlo sin depósito de combustible ni residuos.