Poco a poco hemos ido conociendo algunas de las víctimas del nuevo ciclo de homologación WLTP, como el Audi SQ5 o el actual BMW M3. Para empezar debemos recordar que el WLTP, en español procedimiento de pruebas de vehículos ligeros coordinados a nivel mundial es el nuevo ciclo de homologación de consumos que ha sustituido al antiguo ciclo NEDC. Este se caracteriza porque ha sido desarrollado sobre la base de datos de conducción procedentes de todo el mundo y cubre la conducción en situaciones que van desde el tráfico urbano a las autopistas.
Además del perfil de conducción real, el procedimiento de medición también se ha estandarizado a nivel mundial y adaptado a la ingeniería del automóvil actual (incluyendo las últimas tecnologías). Las cuestiones relativas a la temperatura a la que se mide un vehículo o la definición de la presión correcta de los neumáticos se incluyen en la norma de la WLTP por lo que además será más realista.
La principal consecuencia de aplicar el nuevo ciclo WLTP es que las emisiones resultantes serán hasta un 40% superiores, lo que podría provocar una subida de precios a partir de este año de compra de un coche. En el 2017, los impuestos asociados a matriculaciones, carburantes y otros supusieron un total de 413.000 millones de euros, ahora la patronal europea ACEA advierte a los gobiernos para evitar que este cambio de ciclo de homologación suponga una subida en los precios de un mismo vehículo respecto al ciclo NEDC.
Los fabricantes se suman ahora para pedir que la llegada del WLTP no se traduzca en que un usuario tenga que pagar más por un mismo vehículo, ya que la diferencia se debe únicamente a la forma de medición, no a las emisiones en sí del vehículo. Erik Jonnaert, secretario general de ACEA aseguraba que: «Los gobiernos deben asegurar que la transición al WLTP no tendrá un impacto negativo en el gravámen de los automóviles«, puesto que en el caso de que esto se produjera «se aumentará la carga financiera sobre los consumidores, y se producirá una confusión general«.
De momento, en España se aplica un sistema de tributación según el ciclo de homologación NEDC, aunque este mismo año algunos países como Dinamarca comenzarán a dar el salto al ciclo WLTP. La patronal europea de fabricantes de automóviles ha querido alertar a los gobiernos con la publicación de un documento bautizado como «Tax Guide 2018«, en el que se recogen todos los impuestos que se atribuyen al automóvil en territorio europeo. Aquí, se reflejan además las grandes diferencias a la hora de medir la carga de tributos en relación al peso, potencia o número de cilindros según cada país de la UE.