Antes de la celebración del Gran Premio de Alemania de Fórmula 1, Mercedes ha presentado su nueva bestia recién salida de Stuttgart, el nuevo Mercedes-Benz C 63 AMG Black Series, el cuarto de la estirpe AMG Black Series. Esta nueva edición del Clase C coupé se distingue de su hermano menor, el C 63 AMG, no sólo por montar un motor más potente sino por una estética más cuidada y de aspecto mucho más radical. Todos esos cambios estéticos los podemos encontrar en unos pasos de rueda mucho más grandes, un capó con unas entradas de aire nuevas y unos faldones delantero y trasero mucho más agresivos, de un aspecto muy similar al Sl 65 AMG Black Series.
Hasta ahí un pequeño resumen con lo que ha hecho Mercedes con este nuevo Black Series. El potente motor que se esconde bajo el capó de este Mercedes es un V8 atmosférico de 6.2 litros de cilindrada capaz de entregar 517 cv a 6.800 rpm. Es el mismo motor que utilizan otros Mercedes como el SLS AMG o el ML 63 AMG, pero con alguna variación en la centralita para que de una potencia diferente. Este gigantesco motor da nada menos que 620 N/m de par máximo a 5.000 rpm.
Todas esas cifras de potencia, par y tamaño del motor son impresionantes, pero lo más impresionante de todo son las cifras de sus prestaciones. Acelera de 0 a 100Km/h en nada menos que 4.2 segundos y tiene una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 Km/h ( como todos los Mercedes ), pero con previo pago, se puede pedir que esa velocidad aumente hasta los 300 Km/h ( dato provisional ).
Para transmitir toda esa potencia a las ruedas traseras utiliza una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades ( AMG SPEEDSHIFT MCT 7 ) que es capaz de cambiar en 100 milisegundos. Una de las características más importantes de esta caja de cambios es que cuenta con una función que Mercedes denomina Race Start, que sirve para poder hacer salidas utilizando toda la potencia del motor sin pérdidas de tracción.
A parte del modo de cambio normal cuenta con otros dos modos, uno de ellos denominado «Manual» y otro «Sport plus». El primero de ellos sirve para cambiar a través de las levas que se encuentran detrás del volante y el segundo, completamente automático, modifica la velocidad de cambio de marchas, alarga el régimen de revoluciones a la que la centralita decide cambiar de marcha y también modifica la velocidad de reacción del acelerador.
Las ruedas también aumentan su tamaño, 255/35 R 19 para las ruedas delanteras y 285/30 R 19 para las ruedas traseras. Las nuevas llantas fabricadas por AMG son de un material ultraligero que permite reducir 11 Kg respecto a las ruedas convenciones del C 63 AMG. Los discos de freno también sufren variaciones, ahora montan 390 mm en el eje delantero y de 360 mm en el eje trasero.
Dejando de lado la mecánica pasamos al interior, pensado para un uso en circuito. Los asientos «cómodos» que montaba el C 63 AMG han sido sustituidos por unos de tipo backet, recubiertos en cuero y alcántara para seguir dando una sensación de calidad.
Ahora llega la mala noticia, su precio, y es que quien quiera tener en su garaje esta bestia de circuito tendrá que abonar nada menos que… 115.430€.
Gran articulo y bienvenido chema a este blog