El MINI Clubman siempre ha sido uno de los modelos más polémicos y criticados dentro de la gama, pero desde la marca han querido seguir apostando por él con una imagen mucho más fresca y plagada de detalles MINI tras la que, sin embargo, se esconde una personalidad propia.
Teníamos ganas de conocerlo en persona, de ver si mantenía las líneas de aquél llamativo concept que vimos en Ginebra y, especialmente, de ver hasta qué punto sigue siendo un MINI. Se ha hecho de rogar, pero finalmente el pasado martes durante un evento privado organizado por el Grupo Ibericar Cuzco, tuvimos la oportunidad de conocer en exclusiva el nuevo MINI Clubman y el sinfín de novedades que le acompañan.
Estéticamente, la esencia MINI puede apreciarse a lo largo de toda la carrocería. Con la sustitución de la puerta de tipo suicida de uno de sus laterales por una pareja de puertas tradicionales, el Clubman es ahora mucho más similar al resto de modelos de su gama. En el interior, sin embargo, gana notablemente en amplitud, versatilidad y habitabilidad.
Mientras que en la vista frontal se mantiene la línea ya conocida en los Hatch lanzados el año pasado, conservando los faros redondos y la clásica parrilla cromada de buen tamaño, la trasera es una de las primicias más sonadas. En la zaga, el empleo de unos pilotos de gran tamaño en posición horizontal que no casan con lo que hasta ahora habíamos visto en MINI chocó entre los asistentes al evento.
Si bien es cierto, a título personal podrá gustarte más o menos, pero es uno de los rasgos que le otorgan personalidad propia al modelo y, para muchos de los allí presentes, su principal preocupación tras ver el prototipo era que no mantuviese esas características ópticas. Por otro lado, sí conserva el portón de doble hoja posterior como única reminiscencia del modelo original, aunque su practicidad y comodidad de carga son ligeramente cuestionables.
Si bien es cierto, sus medidas se alejan bastante del concepto y esencia de la marca, pero tras la llegada de la nueva variante de cinco puertas, encontrarnos con la carrocería alargada del Clubman no resulta tan llamativo como ocurría en la anterior generación.
Con una longitud de 4,25 metros -frente a los 4,09 de un Countryman o los 3,96 de su anterior generación-, el Clubman es el más grande de la gama y promete espacio holgado para sus cinco posibles ocupantes, a lo que hemos de añadir una capacidad de maletero que arranca en los 360 litros y que pueden ampliarse hasta los 1.250 si se retiran los respaldos traseros divisibles en tres partes.
En el interior el aspecto dinámico y deportivo de los hatch pasa a un segundo plano para centrarse en su lado más elegante y burgués. Conserva elementos que todos identificamos con los MINI como es el caso de la enorme esfera de la consola central, pero salvo este detalle y la instrumentación sobre la caña de la dirección, lo demás es nuevo.
Lo que no admite tachas es la calidad que transmite su interior. En España todos los MINI Clubman incluirán de serie el climatizador automático de dos zonas, sistema de sonido integrado con pantalla de 6,5 pulgadas, puerto USB, bluetooth, sensor de lluvia, encendido automático de luces, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, arranque por botón, llantas de aleación, ordenador de viaje y volante deportivo en piel.
Tanto los acabados como las posibilidades de equipamiento son las mismas que en otros modelos de la marca y esto implica un excelente nivel de ejecución y un listado de elementos de personalización interminable que sin duda harán subir la factura final. Tapizados, llantas, decoración, techo solar panorámico doble, Head Up Display, alerta de cambio de carril, lector de señales tráfico, cámara trasera o asistente de párking serán algunos de los muchos elementos posibles.
Motorizaciones
La oferta de motores inicial para nuestro país estará formada por los 1.5t de tres cilindros y 136 CV (Cooper), 2.0t de cuatro cilindros con 192 CV (Cooper S) y por primera vez el 2.0d de cuatro cilindros con 150 CV para el CooperD (en los otros MINI se conforman con un bloque de 116 CV). En todos el consumo es bastante ajustado, destacando los 4,1 L/100 (109 g/km de CO2) del diésel.
Por primera vez también en un MINI se podrá elegir la caja de cambios automática de ocho velocidades, opcional en los Cooper S y Cooper D. El Cooper “a secas” podrá llevar la que ya conoces con seis relaciones.
En una segunda fase de lanzamiento llegarán los One con el tricilíndrico 1.2t de 102 CV, OneD con el 1.5d de 116 CV (que en los hatch dan vida a los Cooper) y el Cooper SD, con el también nuevo dos litros con nada menos que 190 CV de potencia. Por el momento, parece ser que la tracción total no se contempla.
Por último queda hablar de los precios y hay que decir que serán bastante competitivos teniendo en cuenta el completo equipamiento de serie. Son los siguientes:
Motor | Base | Pepper | Chili |
One 1.2t 102 CV | 23.800 | 24.950 | 26.800 |
Cooper 1.5t 136 CV | 26.200 | 27.350 | 28.200 |
Cooper S 2.0t 192 CV | 29.900 | 30.600 | 31.300 |
OneD 1.5d 116 CV | 24.800 | 25.950 | 27.800 |
CooperD 2.0d 150 CV | 28.400 | 29.550 | 30.400 |
Cooper SD 2.0d 190 CV | 31.900 | 32.550 | 33.200 |
El Pack Pepper añade el acceso sin llave, reposabrazos central delantero, Pack Excitement y las carcasas de espejos en color carrocería en los One, y las llantas de 17 además en los Cooper. El Pack Chili completa la dotación con los faros LED, antinieblas LED, tapizado mixto tela/piel, selector de modos de conducción, control de crucero, volante multifunción en piel, llantas de 17, etc.
Conclusiones
Tras haber pasado un rato junto al nuevo MINI Clubman podemos decir que se trata, sin duda, de un vehículo que nos ha sorprendido gratamente, especialmente si lo comparamos con su predecesor. Es cierto que cuenta con rasgos peculiares en su diseño que lo alejan de la esencia MINI, pero en contraposición aumenta su personalidad propia como modelo familiar.
En el interior, este coche gana enteros lo mires por donde lo mires, con mayor equipamiento de serie y un diseño que mantiene el ADN de la marca al tiempo que también se aleja hacia soluciones más prácticas.
Podemos decir que el conjunto resulta muy agradable y el aumento de potencia en las motorizaciones hacen que el Clubman pueda convertirse en el primer coche de una familia, siendo tan práctico y cómodo en ciudad como en carretera. De momento, promete, pero habrá que esperar a ponerse al volante para saber si realmente es tan bueno como augura en esta primera toma de contacto estática.
De «mini» ya no tiene nada…