El Subaru Impreza aterriza en estos días en el viejo continente estrenando la quinta generación y promete convertirse en una interesante propuesta gracias a su sistema de tracción total incluido de serie en todas las versiones. Por el momento sólo podrá comprarse con carrocería de cinco puertas, y no se ha confirmado la posibilidad de ver la versión sedán por Europa.
La última generación del Impreza comparte plataforma con el también nuevo XV, siendo más ligero y rígida que antes. La evolución en el diseño es evidente y aunque no rompe moldes, resulta más atractivo que el anterior, modelo que por cierto dejó de venderse en España hace mucho tiempo y no sabemos si con la nueva entrega regresará.
Subaru ofrecerá para Europa dos mecánicas de gasolina y cesa la comercialización del diésel, una variante que destacaba por sus bajos consumos pero quizás podría restarle demasiado protagonismo al XV, producto que sí lo conservará en su versión con 150 CV (al menos en algunos mercados internacionales).
El bloque más sencillo es el 1.6i Bóxer con 114 CV que podrá pedirse con caja de cambios manual o bien con la automática Lineartronic CVT. Por encima estará el mejorado 2.0 Bóxer con 156 CV que también se ofrecerá con las dos transmisiones mencionadas. En ambos casos se ha tratado de reducir el nivel de emisiones realizando pequeñas modificaciones.
Entre las posibilidades de equipamiento, el nuevo Impreza mejora notablemente a su predecesor. Podrá tener aviso pre-colisión, alerta de cambio de carril involuntario, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, un nuevo sistema multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto, faros con tecnología LED, etc.