Volkswagen nos ha anunciado que el nuevo Golf ahora también estará disponible con un propulsor de gas natural comprimido TGI.
El Volkswagen Golf TGI está equipado con un motor de cuatro cilindros y 1.5 litros capaz de desarrollar 96 kW / 130 CV. Para almacenar el gas natural comprimido el nuevo Golf TGI equipa tres tanques integrados en los bajos y que permiten una autonomía de unos 400 kilómetros (WLTP) en modo de gas natural.
El motor se alimenta principalmente con GNC (gas natural comprimido), pero también puede funcionar con gasolina. Un depósito de gasolina de capacidad reducida solo sirve como reserva, pero garantiza una autonomía adicional.
Los conductores se benefician de unos precios muy bajos, de la etiqueta ECO y de unos consumos muy reducidos frente a los consumos registrados en otros sistemas de gas como el GLP.
Además del hatchback la marca también nos traerá el Golf Variant TGI. La capacidad total del tanque de GNC es actualmente de 115 litros o 17,3 kg y permite una autonomía de unos 400 kilómetros en el ciclo WLTP. El Golf TGI también está equipado con un tanque de gasolina con una capacidad útil de 9 litros que nos permite conseguir entre 140 y 180 km adicionales de autonomía pero cuya labor es la de arrancar el motor térmico.
Esta mecánica ofrece, según Volkswagen, un ajustado consumo de combustible de solo 4,3–4,1 kg de gas natural por 100 kilómetros en combinación con emisiones de CO2 de solo 117–111 g / km.
El motor TGI de 1,5 l del Golf funciona según el innovador principio del ciclo Miller, un proceso de combustión que consigue bajas emisiones de carbono gracias a su alta eficiencia y una relación de compresión de 12,5: 1.
Según la propia marca, conducir en modo GNC produce alrededor de un 25 por ciento menos de emisiones de dióxido de carbono que con la gasolina. Repostar combustible con biometano o e-gas da como resultado un balance de carbono aún mejor.
El biometano se obtiene de la materia residual de las plantas, mientras que el e-gas se produce a partir del exceso de electricidad verde (power-to-gas).
El gas de escape contiene significativamente menos monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno (NOx), mientras que la proporción de hollín o partículas es mínima.