El primer airbag fue una de las innovaciones más destacadas en materia de seguridad y su aparición en el mercado se produjo de la manos de Mercedes-Benz. El 23 de octubre de 1971 apareció un nuevo elemento en el apartado de seguridad pasiva y es que esa fue una fecha importante ya que ese día, la entonces Daimler-Benz AG solicitó una patente titulada «Dispositivo de protección contra impactos para los ocupantes de un vehículo de motor» (especificación de patente DE 21 52 902 C2).
Hoy hace cincuenta años que el airbag está entre nosotros, aunque su historia se remonta unos cuantos años atrás.
Los ingenieros de la marca habían estado trabajando en el airbag inflable desde 1966. A finales de 1980, se entregaron las primeras unidades de Mercedes Clase S (serie de modelos 126) con el airbag del conductor combinado con el tensor del cinturón de seguridad. El sistema de retención celebró su estreno mundial público en el Salón Internacional del Automóvil de Ámsterdam (IAMS) que se celebró del 5 al 15 de febrero de 1981.
En 1992, los airbags del conductor y del acompañante se introdujeron como equipamiento de serie, inicialmente en la Clase S, SL y en los modelos 400 E y 500 E (serie 124). Para todos los demás modelos, el sistema de seguridad estaba disponible como opción.
En los EE. UU. por ejemplo, la instalación de airbags delanteros para el conductor y el acompañante se convirtió en obligatorio en 1997.
En aras de mejorar la seguridad, desde la marca de la estrella han impulsado continuamente el desarrollo de airbags y por eso apareció el airbag lateral (1995), el airbag de ventana (1998), el airbag lateral de cabeza / tórax (2001), el de rodilla (2009) y, en 2013, el lateral de tórax / pelvis, el cojín y el airbag de cinturón.
En la Clase S de la serie de modelos 221, presentada en 2005, el generador de gas llenaba los airbags de conductor y del pasajero delantero en dos etapas, dependiendo de la gravedad del accidente. En la Clase S actual (serie de modelos 223), los airbags frontales están disponibles por primera vez para los dos asientos traseros exteriores.
El inventor real del airbags es Walter Lindner quien registró una invención en la Oficina de Patentes de Alemania el 6 de octubre de 1951, que se refería a un «contenedor inflable en un estado plegado que se inflaba automáticamente en caso de peligro».
A pesar de la similitud de la descripción con lo que luego se convertiría en el airbag, técnicamente no era posible, hace siete décadas, ponerlo en práctica. Todavía existían dificultades, por ejemplo, en el sistema de sensor de liberación, la generación de presión para llenar el airbag en milisegundos y la necesaria resistencia al desgarro del tejido del airbag.
Mercedes-Benz adoptó la idea de las bolsas de aire en 1966. El profesor Guntram Huber, responsable de la ingeniería de seguridad en Mercedes-Benz efectuó 250 pruebas de choque, más de 2500 pruebas de trineo y miles de pruebas en componentes individuales para que la tecnología llegara a la madurez de producción en serie.
En caso de accidente, un generador de gas pirotécnico encendía el propulsor y el airbag, fabricado en poliamida ligera y resistente al desgarro con un volumen inicial de 60 a 70 litros (airbag del conductor), se inflaba en unos diez milisegundos. Una vez que se había desplegado el airbag, en el interior quedaba gas nitrógeno. Dado que el sistema requería el uso de un explosivo, el equipo de ingenieros de desarrollo de Huber también tuvo que participar en el entrenamiento de explosivos por orden de las autoridades.
Desde el 21 de enero de 1974, se impuso la obligatoriedad de instalar cinturones de seguridad en los automóviles nuevos en la República Federal de Alemania y el cinturón retráctil de tres puntos con operación se extendió con rapidez.
El resultado de todo esto terminó en 1980 cuando en el lado del conductor, era el airbag el que complementaba el cinturón de seguridad, mientras que en el asiento del pasajero era el tensor del cinturón de seguridad. Estos dos componentes trabajaron juntos de manera efectiva en colisiones frontales severas ya que además de sostener el torso, el airbag también sostenía la cabeza y el cuello y mitigaba el contacto con el volante, por ejemplo, mientras que el cinturón de seguridad y los tensores del cinturón de seguridad restringían el movimiento.