Aunque parezca un sistema sacado de alguna película de Spielberg, el denominado ROAD SURFACE SCAN identifica las irregularidades de la calzada con la ayuda de una cámara estereoscópica. Una vez que la cámara capta el estado del firme, el procesador del tren de rodaje MAGIC BODY CONTROL se adapta a la situación.
Este innovador sistema Made in Mercedes-Benz está disponible como una de las caras opciones del nuevo Clase S 2014.
Pese a que el nuevo buque insignia de la marca de la estrella trae como equipamiento de serie la suspensión neumática integral AIRMATIC y el sistema de amortiguación adaptativo con regulación progresiva, la marca germana quiere dar una vuelta a la tuerca del confort.
En primer lugar, voy a explicaros a grandes rasgos lo que es la suspensión AIRMATIC
El sistema de suspensión neumática integral que Mercedes-Benz denomina AIRMATIC permite la regulación progresiva de la amortiguación y la consiguiente adaptación de la altura del vehículo a la carrera con independencia de la carga efectiva.
La altura de la carrocería se regula automáticamente en función de la velocidad, y se puede rebajar hasta 20 milímetros a partir de los 120 km/h. De ese modo disminuye la resistencia aerodinámica, y el centro de gravedad más bajo mejora la estabilidad.
En el panel inferior de mandos de la consola central se encuentra un conmutador, con el que el conductor puede aumentar en hasta 30 milímetros la altura del vehículo: por ejemplo, al circular por carreteras en mal estado o en rampas de acceso a garajes.
Si la velocidad del vehículo es superior o inferior a determinados umbrales, el vehículo recupera automáticamente la altura normal.
Una vez que ya sabes para qué sirve el AIRMATIC, os puedo decir que el MAGIC BODY CONTROL se basa en gran medida en este sistema hidráulico.
El tren de rodaje MAGIC BODY CONTROL consta del control activo de la suspensión ABC y la innovadora función ROAD SURFACE SCAN.
El sistema utiliza una cámara situada detrás del parabrisas para explorar la calzada por delante del vehículo hasta una distancia de 15 metros y capta una imagen precisa del estado.
A partir de la información recogida, la unidad de control calcula continuamente la mejor regulación para sobrepasar irregularidades de la calzada.
De ese modo, el vehículo puede ajustar con antelación una amortiguación más rígida o más suave en cada una de las ruedas, y cargar o descargar las ruedas mediante el equipo hidráulico activo. El tren de rodaje se adapta en fracciones de segundo a cada situación y reduce claramente los movimientos.
Lógicamente, este sistema tiene que ser una maravilla ya que incrementa el confort de marcha notablemente, sin embargo presenta una pequeña pega.
Dado que trabaja con ayuda de una cámara, funciona de día, en condiciones de visibilidad adecuadas y a una velocidad de hasta 130 km/h.
El control activo de la suspensión utiliza cuatro conjuntos telescópicos equipados con cilindros hidráulicos que permiten ajustar individualmente la fuerza de amortiguación en cada rueda. De ese modo es posible compensar casi completamente los movimientos verticales, el balanceo y el cabeceo de la carrocería.
La unidad de control recibe información de distintos sensores acerca de la situación del vehículo y la compara con los datos de los transmisores de presión y las sondas de nivel de los brazos de la suspensión. A partir de esta información, el sistema calcula y dosifica de forma adecuada el caudal de aceite en las válvulas servohidráulicas del eje delantero y trasero.
Si entra aceite en el cilindro, se desplazan los puntos de apoyo y se generan las fuerzas necesarias para contrarrestar los movimientos de la carrocería. Gracias a la presión hidráulica de 200 bares el sistema puede estabilizar la carrocería en fracciones de segundo.
Fuente: Mercedes-Benz
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