No es ningún secreto que en la Dirección General de Tráfico (DGT) se las saben todas. La velocidad es uno de los componentes fundamentales que determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente. También es igual de cierto que un radar DGT es uno de los medios más sencillos para recaudar dinero en masa.
Ya sabéis que, desde hace algunos años, Tráfico lleva centrando su actuación en la reubicación de radares a vías convencionales y el ajuste de los mismos. A esta medida se unió la rebaja del límite de velocidad máximo en dichas carreteras, algo que, por otra parte, nos costó a los españoles un ojo de la cara.
Con dichos cambios de localización, algunas cajas hoy en día están vacías, aunque ni han desaparecido las estructuras ni su señalización. De una forma u otra, la DGT siempre se las apaña para estar en boca de todos los automovilistas, especialmente cuando hablamos de temas tabú como el de los radares.
Una de las frases que más suelo escuchar es la de “yo prefiero viajar por la noche que no hay radares”. Entendámonos, que no hay radares quiere decir que, por norma general, hay menos radares móviles y Pegasus no está al acecho, porque quiero creer que todo el mundo es consciente de que los radares fijos no los apagan cuando cae el sol.
Sin embargo, sí que es cierto que mucha gente se pregunta si los radares – ya sean móviles o fijos- pueden multar por la noche. Pues la respuesta es sencilla: sí, los radares pueden multar a cualquier hora del día. Ahora vamos a dedicar unas líneas a explicar el porqué.
¿Cómo multa un radar DGT por la noche?
Vamos a partir de la base de que un radar, ya sea fijo o móvil, necesita fotografiar al vehículo infractor para que la Administración pueda remitirnos una prueba del exceso de velocidad a la hora de denunciarnos. Por la noche, como el ojo humano pierde visibilidad, acostumbramos a pensar que en el caso de los radares ocurre lo mismo, pero la tecnología es la tecnología.
Los cinemómetros son cada vez más eficaces, versátiles y resistentes, no hay más que ver los compactos Velolaser o el radar que monta el helicóptero del Servei Català de Trànsit (SCT), el cual es capaz incluso de denunciar excesos de velocidad en tramo. Además, pueden servirse de accesorios complementarios en función de las circunstancias.
Una práctica habitual que permite el Reglamento y que emplean los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil es poner un radar de cara en las carreteras convencionales. Si bien en algunos casos el flash del radar emite una luz muy intensa, la misma resulta tan instantánea que el ojo apenas lo percibe, por lo que no hay riesgo para la seguridad.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que los radares modernos cuentan con tecnología de infrarrojos y modo noche (sí, como tu móvil), los cuales requieren muy poca (o ninguna) intensidad de un flash para cazarnos por encima del límite de velocidad, y más teniendo en cuenta que las placas de matrícula son reflectantes por algo…
Esto mismo es aplicable a los radares fijos. Los más antiguos mantienen el flash convencional y los más modernos cuentan con cámaras infrarrojas. En ambos casos, su eficacia es más que suficiente para hacer una fotografía con la definición necesaria para identificar nuestra matrícula y denunciarnos.
¿Cuándo no multan los radares?
Como todo en esta vida, puede haber situaciones en las que un radar no llegue a multarnos. Son casos muy poco habituales, ya que hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con los vehículos, los cinemómetros superan exigentes pruebas antes de llegar al mercado, lo que los hace extremadamente precisos y resistentes.
Aquí van algunos ejemplos:
- En condiciones climatológicas muy adversas, es decir, cuando hay intensos bancos de niebla, fortísimas nevadas o lluvias muy copiosas, donde podría llegar a ser imposible hacer una fotografía en condiciones para adjuntar a la denuncia. Sin embargo, no creo que en estas situaciones superes los límites de velocidad.
- Circulando fuera de los límites del radar. Por regla general, los radares están diseñados para funcionar entre 15 km/h y 300 km/h. Teniendo en cuenta que nadie te va a multar a 10 km/h y que a más de 300 km/h pocos coches llegan… saca tú mismo las conclusiones.
- En climas extremos. Ocurre lo mismo que con la velocidad que son capaces de detectar. Si un radar está diseñado para funcionar entre -10ºC y 60ºC, raro sería que en España logres librarte de una multa por este motivo.
¿Multa Pegasus por la noche?
El famoso y polémico helicóptero de la DGT goza de una tecnología puntera para cazarnos cometiendo infracciones hasta un kilómetro de distancia, pero el hecho de que la tecnología que emplea no sea militar ni de infrarrojos limita su utilidad por las noches o en condiciones de baja visibilidad.
Es decir, Pegasus no multa por las noches, ni con nevadas, lluvias intensas, vientos de más de 50 km/h o bancos densos de niebla. Bueno, en realidad ni siquiera vuela en estas condiciones por razones de seguridad, igual que tampoco vigila en zonas cercanas a los aeropuertos por motivos de seguridad aérea ni responde ante cambios bruscos de velocidad (si aceleramos o frenamos bruscamente, no es capaz de hacer una media).