La apuesta de Mazda por tecnologías de seguridad activa, que ayuda a los conductores a evitar accidentes o a reducir su gravedad, tiene uno de sus principales exponentes en el Sistema de asistencia a la frenada en ciudad (SCBS). Dos recientes estudios internacionales señalan la importancia de este elemento a la hora de minimizar el riesgo de siniestros.
La incorporación del SCBS como elemento de serie en toda la gama del Mazda CX-5 ha sido elogiado por Euro NCAP. Este organismo europeo, en colaboración con el Thatcham Research Centre – un centro de investigación de seguros de reparación de vehículos – ha sometido al SCBS a pruebas exhaustivas y ha cuantificado el beneficio que supone la incorporación de este tipo de sistemas automáticos de frenada en los vehículos. Según sus propias estimaciones, si éstos se generalizasen, los accidentes de tráfico en Europa se reducirían un 27% y podrían evitar unas 8.000 muertes al año.
La importancia del SCBS se ve refrendada por otro informe, en este caso elaborado en Estados Unidos por el Instituto de Datos sobre Siniestros en Autopista (HLDI). Este organismo ha comparado los daños ocasionados en accidentes en los que estaban involucrados vehículos del segmento SUV que incorporaban el SCBS con otros que no contaban con este dispositivo.
El estudio revela que el número de reclamaciones por daños se reduce en un 27 por ciento en el caso de vehículos que incorporan este elemento de seguridad (2,2 reclamaciones por cada 100 vehículos asegurados, frente a una media de 3 reclamaciones en el resto de modelos). La diferencia es aún mayor en el caso de siniestros de carácter leve y medio (1 reclamación frente a 1,4 reclamaciones, respectivamente). También se reducen tanto la frecuencia de las reclamaciones por colisión como su gravedad, en un 22 y un 11 por ciento, respectivamente. Y lo que es más importante: el número de reclamaciones por daños personales es un 51 por ciento inferior.
El coste total de los siniestros de vehículos con SCBS es un 20 por ciento inferior al del resto de vehículos, lo que supone una reducción aproximada de 85 dólares – unos 66 euros – por vehículo al año. A la luz de estos resultados, el HLDI concluye que el SCBS no solo previene accidentes, sino que también contribuye a reducir su gravedad y el riesgo de lesiones en los ocupantes.
Bajo la filosofía de seguridad denominada Mazda Proactive Safety, la marca japonesa ha apostado por ofrecer en toda su nueva gama de modelos las tecnologías de seguridad “i-ACTIVSENSE”, un concepto que designa un conjunto de sistemas desarrollados para ayudar al conductor a reconocer los peligros y a reducir el riesgo de accidentes.
Uno de los principales pilares de “i-ACTIVSENSE” es el SCBS, un dispositivo de frenada de emergencia que se activa por medio de unos sensores de radar ubicados en el frontal del vehículo. Estos sensores miden la distancia y la velocidad con respecto al vehículo que circula por delante. Si el sistema detecta una colisión inminente sin que el conductor reaccione a tiempo, acciona los frenos del vehículo para evitar que se produzca un impacto o para, al menos, reducir su gravedad. Este sistema es particularmente efectivo cuando la diferencia de velocidad entre nuestro vehículo y el vehículo precedente es inferior a 30 km/h.
Fuente: Mazda
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