Aunque no es especialmente popular, el Stella le permite a Subaru sumar unas cuantas unidades mes a mes en el mercado japonés. Gracias al acuerdo con Daihatsu, la firma especializada en los motores «bóxer» puede presumir de un kei-car con la última tecnología y máximo equipamiento.
Con la última actualización el Stella ha ganado en empaque y atractivo, especialmente en las versiones Custom que tienen un frontal mucho más agresivo que antes. Además ambas variantes pueden incorporar faros delanteros, antinieblas, intermitentes y pilotos traseros con tecnología LED.
En el interior se han añadido algunos plásticos de superior calidad y el sistema de info-entretenimiento recibe mejoras como una pantalla más grande, compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto, y un completo sistema de visión 360º con ocho cámaras que además se pueden seleccionar por zonas en función de las necesidades.
Otros elementos disponibles son el climatizador automático, varios airbags, asistente al aparcamiento, frenada automática en ciudad, llantas de aleación, acceso sin llave, arranque por botón, ordenador de viaje, cuatro elevalunas, sensores de luz y lluvia, control de velocidad con limitador, etc.
Lo que sigue como siempre es la oferta mecánica, con el bloque de 0,66 litros dando lo mejor en sus dos configuraciones, sencilla con 54 CV o bien sobrealimentada con 64 CV. En ambos casos la caja es automática de tipo CVT pero sí se da la opción a los interesados de elegir entre la tracción sencilla o total a las cuatro ruedas.