Las siglas GTI-Gran Turismo Inyección- tienen desde hace muchos años un significado propio dentro de la gama Volkswagen. El Golf GTI es mítico, el Polo GTI pura diversión y el Volkswagen Up! GTI llegó para intentar robar ciertos clientes a los italianos de Abarth. Este modelo tuvo la intención de convertirse en un verdadero juguete, y ahora nos dice adiós definitivamente.
No tiene cabida en la estrategia de electrificación de Volkswagen, pese a que el fabricante asegura que no nos despediremos en un futuro de sus míticas siglas. Ausente ya en muchos mercados, en una entrevista con la edición holandesa de la revista Top Gear, un portavoz del fabricante de automóviles con sede en Wolfsburg ha anunciado el up! GTI ya no se puede pedir.
La producción no ha terminado, ya que la marca alemana tiene una acumulación de pedidos que necesita liquidar, pero el Volkswagen Up! GTI ya no está disponible para configurar en los mercados en los que todavía seguía vivo. Recordemos que era el modelo más pequeño del gigante alemán en incorporar las siglas GTI y el primer GTI en montar un motor tricilíndrico.
¿Qué ofrecía el Volkswagen Up! GTI?
De entrada, una carrocería de tres o cinco puertas. Además, recibía importantes cambios en el bastidor y en su estética, heredando con ello la fórmula de sus hermanos mayores. Por ejemplo, un agresivo kit de carrocería que incluía nuevos paragolpes con tomas de aire, llantas de 17 pulgadas con diversos diseños y vinilos longitudinales en las puertas.
Sumaba además suspensión rebajada en 15 mm, cristales tintados, faldones laterales, un pequeño alerón sobre el portón o una cola de escape cromada, entre otros. En el interior tampoco faltaba el toque deportivo característico de la marca, incluyendo un volante deportivo, asientos tapizados en tela de cuadros y el salpicadero específico denominado “Red Pixel”.
Bajo el capó, el Up! GTI escondía el bloque 1.0 TSI con 115 CV y 200 Nm de par motor a 2.000 rpm. Estaba asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, una combinación razonable y sin excesos. Era capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 8,8 segundos gracias a su ajustado peso, llegando hasta una velocidad máxima de 197 km/h.
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