Corría el año 1980 cuando Volvo decidió que era hora de sacar al mercado un modelo compacto de tracción delantera que se situara un escalafón por debajo de sus futuros sedanes de cuatro y cinco puertas, los Volvo 440 y 460. Aunque los tres compartirían la misma plataforma, no fue hasta 1986 cuando vimos por primera vez este inusual coupé de cuatro plazas y tres puertas, seguido poco tiempo después de sus ‘hermanos mayores’.
Producido en la fábrica de Born, Países Bajos, el Volvo 480 ES fue presentado en sociedad en el Salón de Ginebra de 1986, pero la prensa especializada del motor ya había descubierto todas sus virtudes y debilidades unos meses antes, el 15 de octubre de 1985, donde pudieron escucharse todo tipo de opiniones acerca del modelo.
Para Volvo, era un lanzamiento realmente importante, ya que además de ser el primer modelo deportivo que la marca presentaba en más de un década, se trataba del su primer coche de producción en serie equipado con tracción delantera. Es por ello que su desarrollo llevó a los ingenieros un total de seis años y su denominación utilizaba como referencia el mítico Volvo 1800 ES que se retiró del mercado en 1973.
Para su diseño, fueron varios los bocetos que optaron a ser el elegido, encontrándonos con propuestas de Ene Wilsgaard, Jefe de Diseño de Volvo Cars por aquél entonces, e incluso de la mismísima Carozzeria Bertone, pero finalmente la única propuesta que recibió luz verde fue la de John De Vries, un trabajador de la filial de Volvo en los Países Bajos. Según afirmaba el propio De Vries, dinámica y personalidad fueron las palabras clave que guiaron su diseño.
Estéticamente era un coche peculiar, pues contaba con las principales líneas de diseño de un vehículo coupé al tiempo que presentaba una caída del techo acristalada con aires de modelo familiar. Pero desde Volvo tenían muy claro que su público debía situarse en una franja de edad situada entre los 25 y los 40 años, por lo que dotaron al 480 ES de una altura reducida y un característico y futurista frontal con faros de tipo pop-up.
Y no menos trabajado estaba su interior, obra Peter Horbury, quien más tarde se convertiría en Jefe de Diseño de Volvo. Así, este coupé recibía a sus ocupantes con un innovador y anguloso panel de instrumentos orientado hacia el conductor que albergaba muchas de las últimas soluciones tecnológicas del mercado, como un ordenador de a bordo completamente digital que informaba sobre el consumo medio, la velocidad media, la autonomía y la temperatura exterior. Adicionalmente, contaba con una auténtica novedad en las plazas traseras, los respaldos de los asientos individuales eran ajustables.
Bajo el capó, el modelo equipaba un bloque de origen Renault con 1.7 litros de cilindrada y una escasa potencia de 109 caballos con ayuda de convertidores catalíticos. Estas cifras eran suficientes para extraer del 480 ES una velocidad máxima de 190 km/h y una aceleración hasta los 100 km/h desde parado en 9,5 segundos. Sí, no era precisamente una bala, pero a cambio ofrecía buenas cifras de consumo, comodidad en carretera y buen manejo dinámico en zonas de curvas.
Dos años después, en 1988, vio la luz el Volvo 480 Turbo, equipado con un motor turbo de 120 caballos e intercooler que mejoraba ligeramente las prestaciones del coupé; mientras que en 1993, la marca incorporó en la gama un nuevo motor de 2.0 litros con 110 caballos que mejoraba notablemente la cifra de par.
En realidad, nunca fue un modelo de éxito, con unas cifras de ventas bastante reducidas en el principal mercado en el que se comercializaba, el europeo. De hecho, los mejores resultados se consiguieron en Reino Unido, donde se vendieron 22.000 unidades hasta su retirada del mercado en 1995. Aun así, fueron varios los prototipos que vieron la luz sobre la base del 480 ES, contando con una versión eléctrica, una versión con motor de 16 válvulas, una variante cabrio e incluso un targa.
Y es que el Volvo 480 ES escondía un secreto: formaba parte de un ambicioso proyecto de la marca sueca conocido internamente como Galaxy. Esta estrategia a gran escala surgía en las oficinas del fabricante allá por 1978 y reflejaba las intenciones de Volvo de mostrar al mundo que una nueva era tecnológica comenzaba, encargándose a Volvo Suecia el desarrollo del modelo más grande de esta nueva generación, el 850; y a Volvo Cars BV los modelos más pequeños, los 440, 460 y 480.
Me encanta!! No lo descarto como «futurible» en mi garaje
Me tenía loco de pequeño. Y de grande también!
Alguien tiene este Volvo 480 en buen estado?
Maravilloso