Lo más probable es que si te hablo de Erhard Schnell, no sepas de quién demonios hablo, sin embargo, si te pregunto algo sobre el Calibra, el GT o el Corsa, la cosa igual cambia, ¿no?.
Hace unas horas nos enteramos de que Erhard Schnell murió en Trebur, Hesse, el pasado fin de semana y este es un personaje muy importante en la familia Opel y es que hablamos nada más y nada menos que del padre del Opel GT, del Calibra o del Corsa.
El señor Erhard Schnell nos dejó a los 92 años de edad pero nos deja una herencia histórica.
Por lo que sabemos, hasta hace poco, el señor Schnell estaba estrechamente relacionado con Opel y estuvo presente en muchos eventos de la marca durante los últimos años. En 2018, el diseñador celebró los 50 años del Opel GT en el Hockenheimring.
Nacido en 1927, el señor Erhard Schnell estudió diseño de gráficos comerciales en la Offenbach Werkkunstschule antes de comenzar su carrera como diseñador. En 1952 comenzó como diseñador en Opel.
Como diseñador gráfico apasionado, Schnell siempre estuvo orgulloso de haber diseñado las letras curvas del Opel Kapitän y del Opel Rekord. La estilizada manta raya del Opel Manta A también venía de su mano.
En 1961, Schnell perfeccionó sus habilidades de diseño en lo que entonces era el GM Tech Center de Detroit.
En 1962, comenzó a desarrollar el primer concept car de un fabricante de automóviles europeo. Sus ideas tomaron forma en el «Opel Styling Studio» inaugurado en Rüsselsheim en 1964. El Experimental GT surgió y su silueta dinámica adquirió el sobrenombre «Coca-Cola Shape». El Experimental GT celebró su estreno mundial en el IAA en 1965, y solo tres años después, el Opel GT salió de la línea de montaje. El padre del GT estaba encantado con su gran éxito, cuyas líneas elegantes se parecían a las del Corvette de por aquél entonces.
Poco más tarde, Schnell dio forma a la primera generación del Opel Corsa y desarrolló la forma aerodinámica del Opel Calibra.
Erhard Schnell se negó a retirarse incluso después de dejar Opel en 1992. En 2014, cuando se le preguntó si finalmente dejaría su pluma, el diseñador respondió: «No, en absoluto. Simplemente transferí mi puesto de trabajo a mi casa. A menudo también pinto en acuarelas. Nunca podré alejarme por completo.»
Una pena que nos haya dejado Erhard Schnell aunque por suerte, sus obras todavía pueden verse por las carreteras y algunas están en museos…