Resulta curioso, que los problemas graves nunca vienen solos y nunca hay dos sin tres por lo que esperamos que la escasez de semiconductores sea «la última» turbulencia que afecte la sector automovilístico.
Según se ha comentado en Reuters y ha publicado en Automotive News Europe, el Grupo Volkswagen espera que la escasez de semiconductores se alargue un poco más hasta por lo menos 2024, tal y como ha comentado el responsable de finanzas Arno Antlitz.
Tal y como ya sabrás la crisis de los semiconductores se generó no porque haya pocos sino porque los fabricantes de automóviles cesaron sus compras durante la parte dura de la pandemia y su hueco fue ocupado por otros fabricantes de electrónica de consumo que ocuparon su lugar y que ahora han desplazado a muchos fabricantes de coches en la lista de clientes.
Recuerda que esta crisis o escasez no ha afectado a todos los fabricantes por igual, curiosamente, fabricantes como KIA o Hyundai no han tenido este problema y cada uno lo está sufrido a su manera.
Según Antlitz, el suministro de semiconductores no se normalizará hasta 2024, momento en el que todavía habrá una escasez estructural de los mismos pero no una escasez tan salvaje.
El Grupo Volkswagen se ha visto obligado a detener la producción en las cadenas de montaje en varias ocasiones debido a la falta de chips y aunque nos han comentado que la situación de los semiconductores mejorará este año y el próximo, la escasez continuará hasta 2024 porque los fabricantes de chips no podrán satisfacer la creciente demanda de semiconductores incluso a pesar de los esfuerzos que están haciendo para aumentar la producción y fabricar 24/7.
La falta de suministro mejorará a partir de ahora pero todavía habrá una falta de suministro estructural durante todo el 2022 que probablemente disminuya ligeramente en el tercer o cuarto trimestre. La situación debería mejorar en 2023, pero el problema estructural aún no se resolverá por completo.
El CEO de BMW Group, Oliver Zipse, hizo predicciones similares en una entrevista con el periódico Neue Zuercher Zeitung.
El conflicto bélico en Ucrania nos ha vuelto a demostrar la fragilidad de las cadenas de suministro, el fracaso del «Just in Time» en tiempos revueltos y los problemas que suponen la dependencia de terceras empresas.
En el caso de Ucrania, el problema es la interrupción en la fabricación de los arneses de cables que se fabricaban en algunas de sus fábricas.
Cuando se preguntó a los diversos especialistas sobre la posibilidad de una crisis energética y sobre el más que probable cese de las importaciones en Alemania de gas natural ruso, Anlitz dijo que el fabricante de automóviles aún no ha decidido cuándo implementar su plan para convertir las operaciones de la planta de energía en Wolfsburg de carbón a gas natural.
Actualmente, la planta de energía de carbón todavía funciona mientras que la planta de energía a gas se está acelerando pero desde la marca están observando muy de cerca lo que sucederá en los próximos días y semanas con el tema energético.
En fin, como puedes ver, el problema o los problemas a los que se enfrenta el sector, no sólo tienen que ver con los microchips o los semiconductores, el problema es que es una industria dura pero frágil que depende de una estabilidad casi mundial para trabajar como un reloj suizo.