Un año más, el Circuito del Jarama albergó la Jornada de puertas abiertas, en la que se dieron cita un gran número de coches clásicos y miles de espectadores. La gente acudió al circuito desde primera hora de la mañana, a las 8 se abrían las puertas y a las 9 y media el habitual atasco en la A1 era ya considerable. El día comenzó algo frío, pero poco a poco se fue calentando, llegando a hacer un tiempo espléndido, incluso con demasiado calor, sobre todo tratándose de un día de otoño…
La primera tanda comenzó a las 10 de la mañana, poco después, ya en la segunda tanda, los Scirocco y los Golf GTI comenzaron a caldear el ambiente, seguidos de los Opel GSi en la tercera tanda siguiente. Desde entonces hubo tandas más o menos animadas, pero al fin y al cabo el objetivo era dar un paseo por el mítico trazado madrileño, sin embargo, una vez en la pista, los piques entre algún que otro coche hacían las delicias de los espectadores, que se congregaban a lo largo de todo el circuito, aunque especialmente en la zona del Super 7, donde el espectáculo era mayor debido a las adelantamientos, las derrapadas, e incluso algún susto en forma de trompo. Los BMW E21/E30 fueron la cuarta tanda, había de todo, desde 318 hasta los M3 y M3 cabrio, absolutamente preciosos y bien cuidados todos, una maravilla.
Hubo coches que destacaron entre los demás, como dos BMW (de dos hermanos) cuyo pique era continuo, un 3.0 CSL verde y un M3 E30 blanco, sonaban muy bien y andaban mejor, pero su supremacía en la pista acabó cuando salió un coloreado Simca 1000, viejo conocido ya de otros años, que era un auténtico misil y tardó poco en pasar a los dos de la hélice y al resto de vehículos en pista, no vi otro coche a lo largo del día ir más rápido que él, si acaso una barqueta de Porsche, el 962, que también iba como un tiro.
Las derrapadas y las cruzadas fueron una constante a lo largo del día, algunos conseguían descolocar las traseras de sus coches con éxito, pero otros (bastantes) acabaron haciendo trompos o yéndose a la arena, alguno incluso perdió una rueda… Cabe destacar un BMW Serie 3 E36 rojo que durante varias tandas se marcó unas cruzadas preciosas, permitiéndose en algunas saludar al público de las tribunas. Varios Mercedes 190 también consiguieron ponerse de lado con maestría, dejando a su paso una buena humareda y también una buena parte de sus neumáticos en el asfalto. Otros como un Alfa 33 blanco también se pusieron de lado en más de una curva, aunque este en concreto levantó mucha expectación porque en cada tirada de freno de mano parecía que se iba a ir contra los muros.
En el Paddock absoluta libertad de movimiento para los visitantes, que podían observar con detalle las muchas joyas que acudieron al evento, pudiendo también preguntar a los dueños cualquier cosa sobre sus clásicos, algunos con preparaciones muy interesantes. Había espacio para toda clase de coches, desde los 600 o los Mini hasta los Ford Mustang o el mismísimo coche fantástico, pasando por viejos conocidos de los 80 como los Peugeot 205 GTi, Golf GTI mk2, Renault 5 Turbo y Maxi Turbo, Audi Quattro o Lancia Delta HF.
Al medio día la gente disfrutó de sus bocatas mientras veía desde las gradas a los muscle cars rodar, un gran número de Mustang dieron su paseo por la pista, acompañados de otros americanos como un Chrysler 300, el cual no sé si cabría dentro de un campo de fútbol debido a sus dimensiones… un Gran Torino como el de Starsky y Hutch, Pontiac Trans Am, y un Ford Capri al que le gustaban mucho las cruzadas, desde luego fue el que se tomó la tanda más en serio, ya que los demás salieron simplemente a dar un paseo. Minutos antes salió la tanda de los Capri acompañados de los BMW M y los Porsche, estos últimos dejaban atrás a los Capri, que no podían seguirles el ritmo, otra tanda muy bonita.
Ya por la tarde salieron los Mini, decorados de muchas formas diferentes aunque no muy rápidos, al igual que los 600, aunque dos de estos últimos parecían volar, sobre todo uno de color morado que impresionó en las gradas por su rapidez. Los Seat 124, 124 Sport y 1430 fueron una de las tandas más impresionantes del día, varios 124 parecían monstruos por como devoraban las curvas y las rectas del Jarama, una barbaridad lo que corrían los viejos Seat.
El día culminó con los Ford Cosworth, la tanda más esperada del día, en años anteriores dieron mucho espectáculo y este año se esperaba lo mismo, aunque solo pudieron dar cuatro vueltas, la primera para calentar y la última para enfriar con lo que solo pudieron deleitar al público dos vueltas, una pena. Pero aún así pudimos ver muchas cruzadas de los Sierra y petardeos alucinantes de los Escort acompañados de llamativas llamaradas que salían de sus escapes. Esta tanda también vino acompañada de algo de polémica ya que un Sierra pinchó y se paró a cambiar la rueda en la arena pasada la curva 4 sin sacar bandera roja los comisarios, continuando los demás coches en pista, y aunque el cambio de rueda fue visto y no visto, la situación no dejaba de ser peligrosa. Con todo, hay que dar la enhorabuena al RACE por el buen trabajo echo y por darnos la posibilidad de disfrutar otro año más con este evento. Queda todavía un año para la próxima jornada de puertas abiertas, pero ya estamos impacientes por que llegue.