Seguramente alguna vez te has topado en la carretera con alguna persona mayor al volante. Y no hablo de alguien que ronda los 65 o 70 años, sino de un auténtico octogenario que difícilmente puede incluso andar. Lo hayas visto o no, solo en España los conductores mayores de 74 años censados el pasado año eran casi 1,4 millones en todo el país -siete veces más que en 1995-, y ojo, porque esta tendencia irá a más.
Hallar un mejor equilibrio entre autonomía y seguridad en la movilidad de la gente mayor, promoviendo instrumentos de autoevaluación que orienten sobre la conveniencia de seguir conduciendo y mejorando el rigor de las pruebas de aptitudes psicocognitivas realizadas a las personas mayores de 75 años es una de las 20 medidas de seguridad vial para 2020 propuestas por el RACC, pero hasta entonces nos seguiremos encontrando con curiosas historias como la que os traigo hoy.
No sucedió en España, sino en Colorado (Estados Unidos), donde esta mujer de 73 años de edad acabó aparcando en una piscina de Colorado Spring tras confundir el pedal del freno con el del acelerador y mantenerlo pisado a fondo apenas sin inmutarse. Sí, puedes confundirte por una décima de segundo pero, ¿mantener el pie hundido en el acelerador? Pues así ocurrió. La anciana salía del Cheyenne Mountain Resort cuando cometió el error, aunque en lugar de corregir su maniobra mantuvo el pie a fondo como si de Fernando Alonso se tratase y comenzó un juego de pinball entre su coche y el entorno.
La piscina tuvo que ser drenada, limpiada y rellenada, al tiempo que la mujer será acusada con cargos de conducción imprudente. La pregunta es, ¿realmente no deberíamos ser algo más exigentes con la gente que dejamos ponerse al volante de un coche? Yo desde luego confío en que la retirarán el permiso de conducir.
Tras golpear a otro vehículo, se desvió y subió por una colina (supuestamente con el acelerador aún pisado a fondo), lo que lanzó al SUV por encima de la valla de una piscina colindante con el consiguiente aterrizaje en el agua. Afortunadamente la piscina estaba cerrada al público en ese momento, por lo que no hay que lamentar víctimas. La mujer fue rescatada por los «espectadores» de la hazaña, los cuales tuvieron que actuar rápidamente porque esta, presa del pánico, ni siquiera era capaz de reaccionar. Desde luego, una perturbadora historia digna de ser protagonizada por alguna estrella del rock drogada.