Cuando pensamos en Rolls-Royce lo primero que viene a nuestra cabeza es el lujo y la exclusividad elevados a la enésima potencia, pero rara vez asociamos uno de los modelos de su gama a deportividad. Sin embargo, con la llegada del Wraith la marca británica buscó huir de este tópico con un coche de silueta atlética cuyo perfil recuerda indudablemente a un fastback puro.
Pocos son los especialistas que se atreven a meterle mano a modelos tan exclusivos como Rolls-Royce, pero de vez en cuando alguno nos sorprende con preparaciones que alejan bastante al modelo de su esencia, como es el caso de este Rolls-Royce Wraith retocado por Wald International.
El preparador japonés ya hizo de las suyas en su día con un Rolls-Royce Dawn de lo más extravagante, aunque hay que reconocer que en esta ocasión ha sido un poco más cuidadoso y el resultado no es tan estrambótico. A pesar de ello, por suerte o por desgracia, este Wraith dista bastante de ser el elegante coupé que sale de la fábrica de Goodwood, luciendo un kit aerodinámico ensanchado que incluye nuevos paragolpes delantero y trasero, taloneras más prominentes y un nuevo difusor trasero.
Rematan ‘la jugada’ unas enormes llantas de 24 pulgadas bautizadas como S60 Targa Series que son obra de Brixton Forged Wheels, un sistema de escape deportivo personalizado y una curiosa pintura gris que es realmente llamativa.
no me gusta este tipo de cosas pero no está mal
Es espantoso
Vale que Rolls pertenezca a Bmw, pero ese parachoques tipo M4 queda horrible