Este Chevrolet Corvette de 1973 no era originariamente un coche de carreras, sino que se trata de un restomod que fue transformado en un vehículo de competición en ¡solo 48 horas! El responsable de su transformación fue el especialista RideTech y ahora su obra maestra saldrá a subasta en enero del 2018 de la mano de la casa Barrett-Jackson. Bajo su capó esconde une mecánica totalmente renovada con un potente de V8 de 7.0 litros con 658 CV, y apenas quedan elementos del Corvette original…
Para entender mejor la historia de este Chevrolet Corvette tendremos que remontarnos al 2015, cuando el equipo de RideTech aceptó el reto de transformar este coche de calle en uno de competición, el plazo era de solo 2 días. Finalmente les llevo algo más, y tras tres días y 16 horas consiguieron completar la transformación que fue seguida en directo por miles de personas a través de internet. Desde entonces no ha hecho más que aumentar su palmarés de victorias en la USCA -Ultimate Street Car Association- y su fama ha ido creciendo desde entonces gracias a su brutal exterior.
Este coupé personalizado de 1972 esconde en su interior un motor V8 LS7 modificado que desarrolla en total 657 CV de potencia, y se ha acoplado a una transmisión manual T56 Magnum de seis velocidades. Pero los cambios no acaban aquí, y añade desde una suspensión totalmente nueva «Track 1» de RideTech, amortiguadores electrónicos adaptativos o unos frenos de alto rendimiento.
El Corvette utilizado para el restmod sumaba unos 109.000 kilómetros en el cuentakilómetros, y fue rescatado para pasar a ser toda una bestia del circuito. Tras la transformación, ha recibido una nueva capa de pintura amarilla y numerosas mejoras en su aerodinámica que imprimen un carácter más agresivo y ligado a la competición, como su capó inspirado en el Z06 actual y nuevas llantas negras.
En su interior nos encontramos con un habitáculo propio de un vehículo de competición, con detalles como el volante de tres radios, pedales en aluminio, numerosos indicadores y relojes en el panel de instrumentos. Prácticamente todos los elementos y piezas son nuevos, introducidos tras las transformaciones a un coche de competición, sin embargo, los paneles de las puertas si conservan su aspecto original. No hay ninguna duda de que su precio en la subasta subirá como la espuma, así que los compradores deberán ser rápidos en ofrecer la mayor puja.