El mundo de las subastas de motor y los coches clásicos no deja nunca de sorprendernos. En este caso el protagonista es este Ferrari 250 GTO que pretende superar todas las expectativas y alcanzar un precio de venta solo al alcance de unos pocos multimillonarios en el mundo. Y es que este modelo en particular siempre es un gran éxito dada su alta cotización en el mercado, pues en 2014 otro GTO fue vendido por 38,1 millones de dólares, superando la expectativas en más de 8 millones de dólares y más tarde en Febrero un Ferrari 335 Sport fue subastado por 35,7 millones de dólares.
Pero ninguno de estos modelos se acercó ni de lejos a los 52 millones de dólares que un coleccionista privado pagó por un Ferrari GTO allá por el 2013, aunque es muy probable que pronto este récord sea superado. Un concesionario Ferrari británico ahora ha sorprendido a todos con la venta de este Ferrari 250 GTO de 1962 en color azul y blanco por la friolera de 56 millones de dólares -unos 51 millones de euros al cambio-. Lo que lo convertiría con cierta ventaja en el coche más caro del mundo jamás vendido, aunque seguramente a muchos les parezca una barbaridad pagar semejante suma de ceros por un Ferrari.
El hecho es que no es un Ferrari cualquiera, este 250 GTO es el segundo construido y el primero en ser usado en el mundo de la competición. En su debut en las 12 horas de Sebring finalizó el primero en su clase y el segundo en la clasificación general, pero además ese mismo año compitió en las 24 horas de Le Mans terminando sexto en la general y el primero en su clase. Esta unidad fue de éxito en éxito hasta el año 1965, donde compitió en su última carrera, el Nassau Tourist Trophy dónde ganó en su clase.
John Collins, el hombre encargado de este concesionario declaró al Telegraph: «Es el Santo Grial de los coches clásicos» además añadió que «después de las elecciones estadounidenses la gente va buscar invertir en activos, y esto es mucho mejor que tener una pintura en la pared«.
Antonio Salas BF Fernando Jose Manuel Romero