El Ferrari Testarossa es uno de los deportivos más épicos de la década de 1980. Por desgracia, la denominación ‘Testarossa’ se despidió hace poco de Ferrari, ya que el Cavallino Rampante perdió los derechos de dicho nombre, pero no por ello el modelo es menos mítico dentro del mundo del automovilismo. En nuestra web os hemos hablado varias veces de él, entre otras cosas para discutir si su motor es un bloque V12 o un bóxer 12 cilindros, y hoy volvemos a la carga con una peculiar unidad que está a la venta en MotorGT.
Probablemente nunca hayas oído hablar de un Ferrari Testarossa descapotable, pero en 1987 un one off muy especial hizo su aparición estelar en un anuncio de Pepsi que seguramente recordarás por estar protagonizado por el mismísimo Michael Jackson.
En el spot, el Rey del Pop se convertía en una especie de Indiana Jones y se ponía tras el volante del modelo con sus llamativos vaqueros y su melena rizada para huir de una manada de fans. Tras deslizarse por una tirolina en un callejón, saltar al interior del Testarossa y acelerar a fondo, tanto el anuncio como el deportivo se hicieron tremendamente famosos, y eso que el modelo solo salía durante unos segundos en la pantalla. Os dejo el vídeo por si tenéis curiosidad, el Ferrari sale en el minuto 1:57.
Pero centrémonos en él. Su fabricación fue llevada a cabo por una compañía californiana y su coste ascendió a nada menos que 40.000 dólares (coche aparte, claro), una buena suma para disfrutar tan solo de unos segundos de gloria televisiva en una época de excesos. No está del todo claro si el modelo realmente llegó a pertenecer a Michael Jackson, pero el deportivo se ha vendido en varias ocasiones y actualmente tiene poco más de 27.000 kilómetros en el marcador.
En 2013, esta unidad fue revisada en profundidad en un concesionario oficial del fabricante, lo que asegura su buen estado de mantenimiento. Lo cierto es que este peculiar Testarossa se ve tan fresco y original como lo fue en los años ochenta, salvo por su capota plegable única en el mundo. Eso sí, su fama televisiva y su exclusividad quedan claramente reflejados en su precio, y es que su propietario pide por él nada menos que 799.990 dólares, unos 674.000 euros al cambio. ¿Crees que los vale?
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Fuente: Motor1