Durante los años ’80 numerosos fabricantes tuvieron que homologar sus vehículos de carreras para el Campeonato Mundial de Rally (WRC), esto les obligaba a lanzar al mercado un coche de altas prestaciones con un kit de carrocería deportivo para todos los públicos.
La normativa obligaba a homologar un mínimo de 200 unidades, y así fue como el Peugeot 205 T16 del Grupo B pasó a ser un coche legal de calle. Muchos fabricantes aprovecharon la oportunidad, alentados en parte por la legislación relativamente laxa que tenía pocas restricciones en la tecnología
Bajo la dirección de Jean Todt, los Peugeot 205 Turbo (T16) de rally fueron unos de los coches más exitosos de la última era del grupo B, haciendo ganar los títulos de constructores y pilotos al equipo entre 1985 y 1986 al volante de Timo Salonen y Juha Kankkunen.
El T16 destacaba por su motor central ubicado tras las plazas delanteras, la tracción a las cuatro ruedas -el diferencial central epicicloidal, sistema de acoplamiento viscoso y la caja de cambios de un Citroën XM montada transversalmente- y los pasos de rueda más anchos.
El modelo contaba con enormes entradas de aire y la sección trasera estaba equipada con una enorme cubierta que daba acceso al compartimento del motor. La construcción se basaba en un chasis tubular rígido, mientras que la carrocería fue encargada a Heuliez para que realizase la modificación de tres puertas tan característica.
La parte trasera fue recortada y reemplazada por un cortafuegos soldado que se encontraba entre los pilares B. Fue, sin lugar a duda, un coche mítico de los que de vez en cuando sale alguna unidad a subasta, como este maravilloso ejemplar que se subastará el próximo 21 de marzo en Aguttes On Wheels.
Se dice que Peugeot fabricó 219 automóviles legales para la carretera, todos ellos en Winchester Gray, salvo cuatro de ellos a petición de Jean Todt, quien encargó que se pintaran del mismo color blanco que los modelos de rally. Uno se lo quedaría él y el resto se asignarían al presidente de Peugeot, Jean Boillot, al piloto Didier Pironi y al director técnico de Peugeot Sport, André de Cortanze.
Se cree que este ejemplar es el chasis 33 de la “Serie 200” original, el mismo que utilizó el propio Todt, aunque no se puede confirmar. Según el propietario actual, tanto el motor como la caja de cambios son originales, la potencia se ha aumentado a 230 CV y el coche acaba de ser revisado y equipado con una nueva bomba de gasolina y correa de distribución.
La carrocería, además de las pegatinas, también es original, y el coche se asienta sobre nuevos neumáticos Michelin TRX. Con solo 9.900 kilómetros en el marcador, la casa de subastas espera venderlo por cifras cercanas a los 300.000 o 400.000 euros, una cantidad al alcance de pocos mortales.