El año pasado ya os mostrábamos aquí cómo era el monstruoso Porsche 991 Stinger GTR, con nada menos que 750 CV y enormes cantidades de fibra de carbono gracias a la compañía rusa de Topcar. Este preparador ya acostumbra a traernos las versiones más radicales e imponentes del nueveonce, aunque ahora con esta versión 2.0 del Stinger GTR han ido más allá con la fibra de carbono, creando un coche único y que no pasará desapercibido nunca jamás.
Aunque en la versión anterior solo optaron por implementar este material en el alerón trasero, el capó o los faldones laterales ahora han decidido traernos una versión que deja íntegramente la fibra de carbono a la vista de todos. El impacto visual de primeras es brutal, con un coche acabado totalmente en este tono oscuro que solo queda suavizado por las pinzas de freno en color amarillo. Como si se tratara de algún one-off de McLaren o de Koenigsegg este 911 es único, y su imponente aspecto se mantiene desde todos los ángulos por donde lo miremos. Con el escudo de Topcar en el frontal nos queda claro que no estamos ante un modelo de serie de la compañía de Stuttgart.
Tomando como base un 911 Turbo S han aumentado también su rendimiento para ofrecernos una suma total de 650 CV cuando apretamos a fondo su acelerador, toda una bestia que desgraciadamente solo estará al alcance de unos pocos afortunados. También cuenta con un escape personalizado de Capristo y un juego de llantas de 21 pulgadas de ADV.1, en el interior se han añadido nuevos elementos tales como una nueva tapicería de cuero, un volante rediseñado o detalles en color blanco.
Todo un juguete que ha llevado horas y horas de trabajo para Topcar, según estos la mayor dificultad durante la transformación del 911 fue el momento de instalar la fibra de carbono en los pasos de rueda y que quedara correctamente ensamblado en el conjunto. Ya que toda pieza instalada debe ser capaz de soportar y garantizar una alta resistencia estructural así como radicales cambios de temperatura o cargas pesadas en la torsión longitudinal.