Durante la última edición del Salón del Automóvil de Ginebra conocimos en directo el nuevo Toyota Auris, así llega la tercera generación del modelo con muchas novedades y una estética mucho más contundente y atractiva. Este ejemplar en concreto se ha transformado al completo para cumplir con un propósito mucho más divertido, y aunque en su exterior pueda parecer ligeramente parecido al modelo original añade una larga lista de modificaciones para convertirlo en toda una máquina del drift.
En primer lugar, se ha cambiado su configuración de tracción delantera a trasera, un cambio obligatorio poder hacer drift, y lo que es más importante, para cumplir con la normativa y regulaciones de la Formula Drift. Toyota Racing Development ha desarrollado un kit de carrocería más ancho y agresivo, además de añadir un nuevo juego de llantas de 18 pulgadas con unos neumáticos Seven. En su interior incluye unos asientos de carreras Sparco y una jaula antivuelco completa.
Bajo el capó, se ha sustituido el motor estándar por uno de 2.7 litros con cuatro cilindros en línea procedente del Toyota RAV4, además se han sumado gran cantidad de modificaciones para exprimirlo al máximo. Desde un turbocompresor Borg Warner, inyección nitroso, una mayor compresión y todo tipo de componentes actualizados para conseguir 1.000 caballos de potencia y 1.152 Nm de par motor. Para dar de comer a la bestia no podemos utilizar un combustible tradicional, sino etanol E85.
Toda la potencia obtenida en su nuevo motor llega hasta las ruedas traseras por medio de una caja de cambios de cuatro velocidades, un embrague de cuatro discos y un eje de transmisión en fibra de carbono. Como resultado, una máquina radical muy diferente al modelo original que ya ha tenido el placer de conducir el piloto Frederic Aasbo, además con gran éxito durante el comienzo de la temporada en Long Beach.